QUINTA EDICIÓN

El Tomavistas se afianza como el festival por excelencia de la primavera madrileña

La quinta edición del Tomavistas no decepcionó e hizo disfrutar a 16000 personas de dos días de buena música al aire libre en un entorno cosmopolita y con mucho encanto.

Pilar Lara

Madrid | 27.05.2019 08:52 (Publicado 27.05.2019 08:51)

Festival Tomavistas 2019
Festival Tomavistas 2019 | Pilar Lara

El Tomavistas se consolida como una de las citas de referencia del panorama festivalero en la capital gracias a un cartel alternativo en el que se mezclaron bandas internacionales consagradas o grupos nacionales emergentes, así como electrónica de diversos estilos.

Por el anfiteatro al aire libre del parque Enrique Tierno Galván pasaron bandas internacionales como Spiritualized, que encandilaron al público en la fría noche del sábado con su rock espacial y su impecable actuación o el dúo de Baltimore, Beach House, que no decepcionó con su dream pop en el que fue su único concierto en España.

Otros nombres esperados del cartel eran bandas nacionales como Carolina Durante, que divirtieron a un público entregado con las canciones de su disco homónimo y que destacaron y agradecieron durante su concierto que el Tomavistas fuera un festival "diferente".

La electrónica más variopinta también tuvo su hueco en este festival con un escenario en la parte alta del anfiteatro por el que pasaron nombres como Bronquio o Playback Maracas, que con su ritmo pusieron a bailar a todos los parroquianos.

Por el tercer escenario, el más alejado del resto, se pudo escuchar desde la propuesta flamenca y pop de Soleá Morente, sorprendente para el público más madrugador de la jornada del sábado, hasta la puesta de largo del último disco de Enric Montefusco, en un concierto que acabó con el cantante y sus músicos tocando entre la gente.

El artista Joe Crepúsculo regaló un concierto con muchos de sus hits pero también presentó temas nuevos como ‘Vete a la mierda’. El grupo inglés de dance punk, Friendly Fires, fue el encargado de echar el cierre a un festival atrevido y diferente.

En su apuesta por el ocio en familia, el Tomavistas también se ha convertido en un referente. Los más pequeños disfrutaron y bailaron tanto como sus padres, y hasta pudieron asistir a talleres donde confeccionar una guitarra con materiales reciclados. Además, este festival ha destacado por su compromiso medioambiental y por su defensa de un espacio libre de violencia contra la libertad sexual. La organización puso a disposición de los asistentes un punto violeta donde podían acudir para pedir ayuda en caso de haber sido víctima de una agresión.