Un poco al sur del Puente de Vallecas el problema se agrava. En muchas calles hay bloques enteros ocupados ilegalmente y cuando desaloja la policía, a las pocas horas, otros okupas vuelven a entrar. El perfil más común no es de familias necesitadas sino de personas que okupan para delinquir.
La segunda pata de este problema son los narcopisos. La asociación de Vecinos Casco Viejo de Puente de Vallecas ejerce como vigilante en el barrio. Tienen ojos y oídos por todas partes y se dedican, entre otras cosas, a indicar a la policía de la existencia de estos narcopisos. Reciben amenazas porque se recorren las calles para comprobarlo bajo las miradas de los que dan el agua.
Hay un último vértice. La prostitución ilegal que se ejerce de forma clandestina en el barrio y que se anuncia en cada parabrisas de cada coche. Las imágenes son explícitas y los vecinos alertan de que los niños en el colegio y el instituto se las intercambian como cromos
La asociación ha recabado un hecho: el 80% de los números de teléfono que aparecen en estas "octavillas" coinciden, evidenciando el nivel de organización. Los vecinos lo tienen claro: piden más seguridad y más inversión para un barrio degradado.