Les vemos por la calle, en el metro, en las salas de concierto, en las plazas o en las esquinas. A veces, la gente se arremolina a su alrededor, y otras, los acordes se pierden en el aire. Ser músico es una profesión difícil, sobre todo, si te niegas a usar autotune y no tienes el apoyo de alguna discográfica o productor musical.
A Madrid llegan cada año miles de personas buscando empleo, para estudiar, o por otras muchas razones, entre ellas, poder vivir del sonido que sale de una garganta y de una guitarra.
Dani Fernán, músico y actor; Antonio Hernando, o como mejor le conocen, Petete; Alberto Alcalá, músico y cantautor. Ellos tres ponen su voz y sus acordes en este reportaje.
Es difícil sobrevivir al reggeaton y al electrolatino hoy en día. Los circuitos de la música comercial ahogan a los músicos que apuestan por otros estilos, por otra manera de compartir. Ellos no son empresarios y normalmente se costean sus propias producciones musicales. Todos coinciden en que la gente de Madrid es amable con ellos pero quizás esto no sea suficiente.