CRIMEN EN MORATA DE TAJUÑA

Quién es Dilawar Hussain, el pakistaní que se entregó por el crimen de los hermanos de Morata de Tajuña

Europa Press | A.M.

Madrid | 15.02.2024 18:38 (Publicado 22.01.2024 12:54)

Fachada de la casa donde hallaron a los hermanos en Morata de Tajuña.
Fachada de la casa donde hallaron a los hermanos en Morata de Tajuña. | Alejandro Martínez Vélez / Europa Press

Dilawar Hussain F.C. se entregó el pasado 22 de enero reconociendo su participación en los hechos relacionados con la muerte a golpes de los tres hermanos de Morata de Tajuña.

El pakistaní de 43 años es conocido como 'El Negro de Morata' y fue detenido por el Grupo de Homicidios de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Madrid cuando se entregó en el cuartel de la Guardia Civil de Arganda del Rey varios días después del descubrimiento del crimen.

Vivió con las víctimas y agredió a una de las hermanas

La identidad de este hombre coincide con la del principal sospechoso que manejaban los agentes del Grupo de Homicidios, puesto que existían antecedentes de graves lesiones con un martillo a una de las víctimas el pasado año. El arrestado vivió varios meses con las víctimas, que le habían alquilado una habitación en la casa para sacar un dinero extra, según contó el alcalde de la localidad, Francisco Villalaín.

En aquel momento supuestamente abofeteó a una de las hermanas, ya que le había prestado 60.000 euros que no le había devuelto. En ese momento no le denunció. Pero luego en febrero volvió a agredirla, esta vez con un martillo en la cabeza, lo que le provocó importantes lesiones.

El 'Negro de Morata' fue detenido y tras un juicio, condenado a dos años de prisión con la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros y comunicarse con la víctima durante dos años y seis meses. Finalmente, salió de prisión el mes de septiembre después de que un Juzgado de Arganda del Rey acordara suspender la ejecución de la pena.

La sentencia fue de conformidad y alcanzó firmeza, circunstancia que permitió a la defensa solicitar ese mismo día el beneficio de la suspensión de la ejecución de la pena privativa de libertad, sin oposición de las partes.

Comprobado que el acusado reunía los presupuestos legalmente exigidos para la concesión del beneficio, el Juzgado otorgó la suspensión de la ejecución de la pena, condicionada al cumplimiento de no delinquir en dos años y seis meses y satisfacer la indemnización a la que se había comprometido.

El condenado pasó en total siete meses en la cárcel madrileña de Estremera, sin estar clasificado y sin que consten partes disciplinarios, según han indicado fuentes penitenciarias. La excarcelación se produjo el pasado 12 de septiembre, el mismo día que se dictó la sentencia conforme al acuerdo de conformidad alcanzado entre las partes en la vista oral.

La estafa amorosa que arruinó a las hermanas

El pakistaní habría confesado que les mató por esta deuda relacionada con una estafa amorosa. Desde el entorno de los fallecidos contaron a los agentes que hace al menos un lustro las hermanas habían contactado con dos supuestos militares, con los que entablaron una relación pseudoamorosa a distancia.

Pasado un tiempo, uno de los presuntos militares les informó que el otro había fallecido y que necesitaba una importante cantidad de dinero para poder cobrar una herencia. Desde entonces, una de las fallecidas comenzó a mandar dinero a la cuenta de su 'novio' estadounidense Edward, quien no cesaba en pedirle cada vez más cantidades con diversas excusas.

A pesar de que amigos y familiares les alertaron de que habían caído en las llamadas 'estafas amorosas', las hermanas insistían en que el romance era verdadero mientras se endeudaban para satisfacer las demandas del supuesto amante, llegando a pedir dinero a varios conocidos.

Quemados, apilados y con otros signos de violencia

Fueron los vecinos quienes alertaron al Ayuntamiento de la localidad de que llevaban un mes sin ver a los hermanos, muy conocidos en el municipio porque participaban en muchas actividades sociales y culturales. Al principio pensaban que se habían ido de vacaciones, pero como no respondían a llamadas y mensajes se alertaron.

La Policía Local procedió entonces a la confección de las diligencias judiciales iniciales, en coordinación con puesto de la Guardia Civil del puesto de la localidad. Así, iniciaron gestiones con el Juzgado de Instrucción de Arganda del Rey, que remitió la orden judicial de entrada en el inmueble, situado en la avenida de España número 18.

Efectivos del Equipo Territorial de Policía Judicial de la Guardia Civil de Arganda realizaron una entrada en un domicilio, con autorización judicial, hallando los tres cadáveres. Se encontraban "parcialmente quemados, apilados y con restos de sangre", han indicado las mismas fuentes.

Agentes de la Científica y Homicidios de la Guardia Civil, que se encargan de la investigación, recogieron numerosos vestigios y pruebas en la casa y están hablando con familiares y vecinos de los difuntos. Las dos mujeres llevaban varios años jubiladas y el hermano padecía una discapacidad.

La casa en la que los hallaron era su segunda residencia. Tenían otras viviendas en España, que podrían haber vendido para satisfacer las peticiones del supuesto amante o de los deudores, algo que están examinando los investigadores.