La tecnología robótica sigue avanzando en la Comunidad de Madrid. En 2006 el Clínico San Carlos fue el primer centro en España en implantar el robot Da Vinci, un instrumento mínimamente invasivo, que mejora la vida de los pacientes, ofreciendo mayor seguridad y acortando los tiempos de hospitalización. Ahora, diecisiete años después de su implantación, da un paso más y aumenta el número de dispositivos en los quirófanos madrileños. Hasta ahora cinco centros contaban con estos equipos de última generación y, en los próximos meses, se instalarán en hasta siete hospitales públicos más de la región, con una inversión de 12 millones de euros.
Esta tecnología puntera ha permitido realizar más de 3.000 intervenciones en el Clínico San Carlos, que han consolidado a este centro como un referente nacional e internacional. De hecho, el programa de cirugía robótica se aplica en hasta seis especialidades, aunque las operaciones efectuadas más habituales han sido las urológicas (casi 9 de cada 10) las de extirpación completa de la próstata a pacientes con cáncer. Le siguen las ginecológicas, esencialmente tratamiento de tumores malignos y endometriosis, y cirugía general y del aparato digestivo.
Se reduce la estancia hospitalaria y se acortan los tiempos de recuperación
Se trata de un modelo robótico, consta de tres partes fundamentales: una consola donde se sienta el cirujano y manipula los elementos. Cuenta con unos pedales que permiten al cirujano utilizar distintas fuentes de energía y mover, acercar o alejar la cámara, dándole un mayor control a la hora de operar. La otra parte de la plataforma es la torre de visión donde se procesan las imágenes y el carro robótico que es donde están los cuatro brazos donde se van introduciendo los diferentes instrumentos: cámara, tijeras o fuentes de energía.
Este novedoso sistema, que supone un gran salto en la calidad asistencial, beneficia tanto a pacientes como a profesionales sanitarios. Al lograr una cirugía más precisa, se consiguen mejores resultados. Por lo que se disminuyen las complicaciones durante la operación y se mejora la seguridad y los postoperatorios. De esta forma, también se reducen notablemente los tiempos de hospitalización de los pacientes y el riesgo de sufrir infecciones.
Para los profesionales, la ventaja añadida que tiene este sistema con respecto a lo que se estaba utilizando hasta ahora está en la posibilidad de tener una imagen tridimensional, pudiendo aumentar hasta 40 veces la imagen real. Los movimientos que hacen los cirujanos desde la consola se reproducen de forma absolutamente intuitiva, filtrando el temblor fisiológico, con movimientos mucho más intuitivos y más precisos.
Pioneros en cirugía pediátrica
El robot Da Vinci también está presente en la actividad quirúrgica de los cirujanos torácicos, otorrinolaringológicos y pediátricos del hospital Clínico San Carlos, que fueron los primeros en usarlo para operar a niños en la Comunidad de Madrid. El primer menor en ser intervenido fue un niño de 9 años, a quien se le extirpó un riñón debido a su mal funcionamiento.
Otro hito que tuvo lugar en este centro fue el de la primera ampliación vesical pediátrica completa con este tipo de tecnología, a un joven de 12 años que sufría pérdidas de orina. Al menor le cuadruplicaron la capacidad de su vejiga hasta alcanzar un tamaño normal con incisiones inferiores a un centímetro, en un procedimiento que hasta entonces se desarrollaba con cirugía abierta.