CORONAVIRUS

El juez admite la querella contra Luis Medina y Alberto Luceño por estafa en contratos de las mascarillas del Ayuntamiento de Madrid

Un juzgado de Madrid ha admitido a trámite la querella de la Fiscalía Anticorrupción presentada contra los empresarios Luis Medina y Alberto Luceño por una presunta estafa en el contrato de las mascarillas con el Ayuntamiento de Madrid.

ondacero.es | Eva Llamazares

Madrid | 07.04.2022 12:48

El juez admite la querella contra Luis Medina y Alberto Luceño | Foto: Gtres / Daniel Gonzalez

Finalmente, el juzgado de Instrucción número 47 de Madrid ha admitido a trámite la querella que había presentado la Fiscalía Anticorrupción contra los empresarios Luis Medina (hijo de duque de Feria y de Nati Abascal) y Alberto Luceño por haber cobrado, presuntamente, comisiones millonarias en la venta de material sanitario al Ayuntamiento de Madrid durante la primera ola de la pandemia de coronavirus, que comenzó en marzo de 2020.

En la demanda presentada por Anticorrupción acusa a los empresarios de haber cometido delitos de estafa agravada, falsedad documental y blanqueo de capitales por irregularidades en una operación de compra-venta de mascarillas, guantes y test rápidos en marzo de 2020. La querella apunta que Alberto Luceño y Luis Medina "actuando de común acuerdo y con ánimo de obtener un exagerado e injustificado beneficio económico, ofrecieron al Ayuntamiento de Madrid la posibilidad de adquirir grandes remesas de material sanitario fabricado en China".

Asimismo, indican que fue Medina el que se aprovechó de su condición de personaje público para contactar con el Consistorio gracias a "su amistad con un familiar del alcalde de Madrid", supuestamente Carlos Martínez-Almeida, el primo José Luis Martínez-Almeida.

Según las informaciones, fue el primo el que le facilitó en contacto la coordinadora General de Presupuestos y Recursos Humanos del Área de Gobierno de Hacienda y Personal del Ayuntamiento de Madrid. Una vez realizado este contacto, fue Luceño el que centralizó las operaciones, presentándose como "experto en importación de productos procedentes del mercado asiático, con fábricas en China a su disposición, y como agente exclusivo de la empresa malaya EEE, a través de la cual se iba a realizar la importación".

Además, Luceño explicó que tenía el objetivo de "colaborar en la lucha contra la pandemia". Hechos que Anticorrupción descarta, ya que "en realidad, ni tenía experiencia significativa en negocios de importación ni disponía de fábricas en China, del mismo modo que tampoco era agente exclusivo de ninguna empresa malaya ni actuaba movido por ninguna intención altruista".

Comisiones millonarias

Según detalla la querella, Luis Medina se llevó una comisión de un dólar por mascarilla, lo que asciende a un total de un millón de dólares, es decir, 915.000 euros, dinero con el que se compró un yate modelo Eagle 44 valorado en 325.000 euros. Que, según la demanda: "De esto se infiere que el precio real de venta de las mascarillas era de 2.689.300 dólares --2.460.647,16 euros-- y que los querellados lo inflaron artificialmente para llevarse como beneficio neto de la operación 4.000.000 dólares; es decir, el 148% del precio real del producto".

Por su parte, Alberto Luceño se llevó cinco millones de dólares de comisión, 4,6 millones de euros. Y adquirió, facturando a través de una sociedad en la que es administrador único, salvo el Aston Martin:

  • Tres Rolex valorados en 42.450 euros (6.550 euros, 26.000 euros y 9.900 euros).
  • Un Aston Martin DB11 valorado en 160.000,00 euros.
  • Un Ferrari 812 Superfast, valorado en 355.000 euros.
  • Un Mercedes AMG GT 63S, por 149.999,01 euros.
  • Un Mercedes SCL 300, de 54.500 euros.
  • Un Range Rover Sport valorado en 102.000 euros
  • Un KTM X BOW, por 91.800 euros.
  • Un BMW I8 Roadster de 121.000 euros.
  • Pagó una estancia en un hotel de Marbella por un total de 60.000 euros.
  • Una casa en Pozuelo de Alarcón (Madrid) con tres plazas de garaje y un trastero por más de un millón de euros.
  • Un Lamborghini Huracan Evo Spider y un Porsche Panamera por un millón de euros.

Por otro lado, la Fiscalía también reconoce en su querella que los los empresarios vendieron los "guantes de 40 mm de longitud, de gran calidad y que cubrían la mayor parte del brazo", pero que resultó que eran de "ínfima calidad y que solo llegaban hasta la muñeca". Y los test rápidos eran "defectuosos", ya que no tenían la sensibilidad que se requería del 94%.

El Ayuntamiento se personará como parte perjudicada

Por si parte, el magistrado ha ofrecido acciones al Ayuntamiento de Madridpara personarse en el procedimiento como perjudicado, tal y como anunció el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida. El popular aseguró que van a "ejercer todas las acciones que correspondan para que en caso de que hubiera habido una estafa, el Ayuntamiento de Madrid pueda recuperar el dinero".