La enfermedad conocida como el Covid de las Vacas ya ha acabado con la vida de 340 reses en la Comunidad de Madrid en lo que llevamos de otoño. La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Madrid (Asaja) solicitó ayer ayudas directas e indirectas para hacer frente a esta afección.
El consejero de Medio Ambiente, Interior y Agricultura de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo, ha comunicado hoy que se habilitarán esas ayudas para los ganaderos afectados por la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE). No sólo para los ganadores que han perdido a sus reses, sino para las cientos que ya han sufrido deformaciones, abortos y disminución en la producción cárnica o lechera de algunas explotaciones.
Pérdidas económicas cuantiosas
Asaja afronta con "preocupación y miedo" la evolución de la enfermedad bovina y hace un llamamiento a todas las administraciones a aumentar los subsidios por las pérdidas materiales, pero también "por la extrema dificultad de erradicar al mosquito y los costes de los tratamientos veterinarios y preventivos".
Alegan que la Covid de las vacas está produciendo pérdidas económicas cuantiosas y que además se produce en un contexto complicado porque las sequías de los meses anteriores han encarecido los piensos y forrajes.
A comienzos de octubre la Consejería anunció que habían detectado la enfermedad en 288 explotaciones, 2.180 reses tenían síntomas y 266 habían fallecido, cifra que ha aumentado hasta 340.
Francisco José García, presidente de Asaja, explica que han crecido los daños y las incapacidades en aquellas vacas que no fallecen, pero padecen la enfermedad, ya que condicionan e impiden su crecimiento. "Ganaderos y veterinarios incluso nos reportan abortos y malformaciones en hembras preñadas que caen enfermas", refleja.