El pintor de retratos falsos

Hoy traemos la historia de una persona muy especial, pintor, retratista, el mejor de todos los plasma caras que hemos tenido en nuestra ciudad. Se llamaba el maestro de Brut, pero este era su nombre artı́stico, y cómo todavı́a vive aunque es anciano y está retirado, vamos a mantener su anonimato por aquello de no descubrir a todos los clientes que el maestro tuvo ante sus pinceles, pues son cientos los retratos que el bueno del maestro Brut, tiene colgados en los salones nobles y de los ricos que quisieron tener un pasado mejor.

La gente con dinero querı́a tener también pasado, especialmente durante los años ochenta y noventa, cuando la clase media se hizo muy alta, y algunas pretensiones de todos ellos querı́a tener también un pasado de guerras y contiendas en favor de Reyes, duques, condes y de todo el pasado abolengo del que carecıá n, pero que añoraban de manera ridı́cula.

De este modo, los clientes del maestro de Brut, se pasaban la información sobre las maravillas que éste podı́a cometer. Se empezó a correr la voz, y la gente lo solicitaba preguntándole si era el pintor de los falsos pasados.