Hablar de Células Madre humanas es algo complicado que pone nervioso a mas un@. Una Célula Madre es, dicho de una forma simple, aquella capaz de formar tejidos. Esta capacidad a su vez las diferencia en varios tipos. Los dos mas conocidos: Células Madre Embrionarias, que dan lugar a tejidos y órganos, protegidas por distintas legislaciones. Y las Células Madre Adultas presentes ya en los tejidos, que solo pueden formar células idénticas a ellas y de las que nos vamos a ocupar porque son con las que la legislación permite investigar.
Dentro de las Células Madres Adultas se encuentran las conocidas como mesenquimales que tras extraerse de la grasa del propio paciente, se aplican en el rejuvenecimiento facial para entre otros fines prevenir y/o corregir arrugas y tensar la piel. Uno de los pioneros en este tratamiento es el Doctor Ángel Martin de la Clínica Menorca, que lleva realizándolo casi dos años con notable éxito. Se trata de una terapia celular con un protocolo espaciado en el tiempo. Primero, alrededor de un mes antes, hay que hacerse una lipoaspiración para extraer unos 30-50 centímetros de grasa. No es una lipoescultura ni una liposucción. Se hace en media hora con anestesia local, preferiblemente en quirófano y enseguida vuelves a tu vida normal. Extraída la grasa, lo siguiente es separar las Células Madre Adultas y cultivarlas, por lo que se envía a Cellulae, el primer laboratorio español que da este servicio en el Hospital Niño Jesús de Madrid. Para que te hagas una idea las Células Madre son muy escasas en cualquier tejido, por ejemplo, en esos 30-50cc de grasa suele haber sólo unas 250.000 y en cada tratamiento se inyectan 20 millones. Con lo cual hay que cultivarlas. Multiplicar esas células solo se puede hacer en este laboratorio, ya que es el ministerio quien regula este tipo de centros. Tras ese proceso de producción, que dura alrededor de un mes, ya se pueden inyectar en una mesoterapia al uso.

Una vez dentro, esas Células Madre se encargarán de producir colágeno, elastina y ácido hialurónico, eliminando la flacidez y corrigiendo el óvalo facial. Es un tratamiento indicado a partir de los 40 años cuando las células adultas de la piel van perdiendo su capacidad de multiplicarse.

Cambiamos de Células Madre y ponemos ahora al servicio del antiaging el origen de las plantas.

Dentro de los tratamientos nada invasivos y revolucionarios con Células Madre Vegetales aplicada a la cosmética, hay pocos, el mejor, uno de la firma Mesoestétic que mezcla naturaleza y nanotecnología. Su principio activo son esas Células Madre Vegetales, que a diferencia de las Adultas Humanas, a partir de cualquier célula éstas sí pueden regenerar la planta entera.
Como dice el Doctor Ignacio Bermúdez responsable de desarrollo galénico de la firma española Mesoestétic, esa propiedad con la tecnología adecuada, es una potentísima arma para regenerar la piel. Pero no todos los productos basados supuestamente en estas células, tienen detrás estudios que certifiquen su eficacia. Asegúrate de que no te están dando gato por liebre, y que se trata de un cosmecéutico, medicina cosmética, porque la diferencia es abismal. Este tratamiento de nombre Stem Cell tiene una parte en cabina que te deja la piel nueva y un mantenimiento en casa que consta de 3 productos: unas ampollas de células madre vegetales, una crema y una especie de bálsamo maravilloso para el contorno de labios y ojos.

Ya ves, es el presente, pero sobre todo será el futuro. Porque parar el paso del tiempo por nuestra piel con Células Madre es algo que no hay hecho mas que comenzar.


Mil besos