Era uno de los grandes retos y digo era, porque se está logrando rejuvenecer el cuello sin tener que recurrir a la cirugía.
Dicen los expertos, que al cuello no le prestamos la atención que se merece hasta que empezamos a ver como se arruga y se cae. E insisten en que la cara no acaba en la barbilla, que hay que dedicarle los mismos cuidados que aplicamos en el rostro: limpieza, exfoliación, hidratación y protección…
La piel del cuello es muy fina y se deshidrata con rapidez. Tiene menos melanocitos, células que nos protegen del sol, menos glándulas sebáceas y menos consistencia muscular. Eso unido a que a partir de los 30ytantos generamos menos elastina y colágeno… en cuanto te descuidas… aparecen las odiosas arrugas.
Cada caso requiere unos tratamientos. Algunos incluso poco ortodoxos. Hay quien aplica Botox en esa zona. Algo con lo que no comulgo, entre otras cosas porque esa aplicación no está aprobada por sanidad.
Para combatir “las arrugas en collar” o “anillos de venus” y la flacidez del cuello hay dos tratamientos no invasivos, seguros y eficaces: Las inyecciones de ácido Hialurónico y La Radiofrecuencia.
El éxito del ácido hialurónico dependerá de la técnica del médico. Y es que los hay, como Moisés Amselem, una eminencia en el campo de la medicina estética, que siempre está innovando y buscando la aplicación mas eficaz. Por ejemplo para tensar el cuello se ha inspirado en ese esparadrapo que escondía en la coronilla Carmen Sevilla. Y lo que hace es, además de inyectar en la parte anterior, un mallado con ácido hialurónico en la parte posterior del cuello para darle más sustentación.
En cuanto a Radiofrecuencias, hay muchas. Infórmate para acertar con la más eficaz contra la flacidez. Por ejemplo, Intracel está dando muy buenos resultados. Se trata de una radiofrecuencia endodérmica. Son pequeñas micro agujas de oro que dentro de la dermis emiten ese calor que estimula la formación de colágeno. Son tratamientos independientes pero que si además los combinas el rejuvenecimiento es espectacular.
Evitemos esas caras planchadas con cuellos colgantes. Extiende el cuidado diario al cuello y escote. Vigila la postura frente al ordenador, que la pantalla esté a una altura adecuada, no sostengas el teléfono entre la oreja y el hombro mucho tiempo, porque te saldrán arrugas. Y elige bien la almohada. Dura y alta si duermes de lado y baja si duermes boca arriba. Lo fundamental es no forzar el cuello.
Mil besos