El blog de Pepa Gea

Clinique La Prairie. Una cura en el tiempo

Como te adelantaba la pasada semana, buscando la fuente de la juventud y siguiendo el olor a chocolate- que no rejuvenece pero te da la vida- 30ytantos puso rumbo a Suiza. Entre las majestuosas montañas alpinas, a la ribera del rio Lemán, la encontré presidiendo las lindes de la Clinique La Prairie.

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Madrid | 09.03.2012 13:57

Clinique La Prairie
Clinique La Prairie | ondacero.es

En sus camas han dormido poderosos presidentes, Winston Churchill, Dwight David Eisenhower, grandes divas como María Callas… Magnates multimillonarios, gente de la realeza, actores y actrices de Hollywood se curan del paso del tiempo en este centro.A la pregunta- ¿qué tiene esta clínica para que las personas más poderosas y pudientes del planeta le dediquen unas cuantas páginas en blanco en sus agendas?-Te diré que tiene lujo, comodidad, grandes profesionales de la cirugía general, plástica y la medicina estética, de la neurología, dermatología… de los trastornos de la menopausia… Pero sobre todo algo único. La Revitalización.La clínica La Prairie la creó en 1931, para tratar a sus pacientes, el doctor Paul Niehans descubridor de la llamada terapia de revitalización CLP, que consiste en aplicar inyecciones de células de hígado de feto de ovejas para revitalizar al organismo. Esta terapia celular para la longevidad, se dio a conocer mundialmente años mas tarde, en 1953, cuando el Vaticano requiere sus servicios para ayudar al Papa Pio XII a sobrellevar su terrible enfermedad cardiaca y éste mejora notablemente saliendo a la terraza del Vaticano, donde todos pudieron certificarlo. Desde entonces ha sido el secreto mejor guardado de mucha gente relevante. Gente pudiente, muchos de ellos, que llegan al centro pensando en el elixir de la eterna juventud. Y no. Aunque al mismo tiempo, pueden echar mano de la cirugía y la medicina estética para hacer realidad sus deseos…

Madrid- Ginebra, unas 2 horas de avión a precio razonable. Un chofer sostiene un cartel en la zona de llegadas del aeropuerto. Se llama Félix, habla español, como muchos del centro, pero él de nacimiento, del mismo Orense. Te recoge el equipaje y te abre la puerta de una limusina que te llevará una hora de paseo por los viñedos, sin perder de vista el lago de Ginebra.Freno de mano y el tiempo se para. Un gran jardín, un embarcadero y cientos de pequeñas mansiones te vienen a decir que de ti depende esconderte, o no. Check-in y lo primero, comer. Pero siguiendo la filosofía del centro “¡Vivir mejor!” Sea cual sea el programa que elijas, belleza, estrés, revitalización….

La primera visita es la de la dietista que va a confeccionar tu menú diario. Normal, vegetariano, diabético o bajo en calorías pero sobre todo, altísimo en calidad y presentación. Cuatro comidas. Desayuno y merienda en la habitación y comida y cena, en el maravilloso restaurante o en tu escondite. Cerrado el yantar, ¡veamos el centro! De la mano de Ariane, la responsable de las relaciones públicas, recorro los pasillos subterráneos que comunican las habitaciones con el spa y el centro medico. Hay solo 59 maravillosos aposentos repartidos en 4 selectos edificios. Habitaciones o suites de incluso 181 mt2 con terraza y ascensor privado desde los mismos quirófanos y el centro donde se hacen los tratamientos.

En contra de lo que muchos mortales piensan, Clinique La Prairie no es famosa por su crema- La marca la vendieron a finales de los 70 y crearon Swiss Perfection con el extracto de Iris que ellos mismos cultivan- lo es, por su extracto revitalizante. Único y exclusivo. Que las autoridades científicas demostraron que retrasa el proceso de envejecimiento del sistema inmunológico. Parada para comer y café con el Doctor Heini, director medico, que me cuenta lo mucho que ha cambiado el tratamiento en estos 81 años. Antiguamente constaba de decenas de inyecciones. Pero en los 80 se perfeccionó simplificando el protocolo, a una inyección y 2 dosis orales, y minimizando los efectos secundarios. Solo se hace en el centro para controlar esos efectos adversos como angustia o fiebre. El tiempo de permanencia es de una semana y mientras tanto se puede hacer otras cosas en el spa, en el gimnasio, en las 21 cabinas de estética... Y fuera. La clínica está abierta, no es un ingreso hospitalario.

Y hay mil cosas que ver como Montreux que está a 20 minutos paseando por el rio o Veyvey donde Charles Chaplin pasó sus últimos 25 años de vida.Dicen que los resultados se empiezan a notar a partir de los 10 días, los anteriores son sicológicos y que duran unos 18 meses. Y no se ve, se nota. No es un tratamiento estético, es revitalizante y lo que mejora es la atención, la memoria, la capacidad física, el sueño… Pero como te decía, existe todo un abanico de tratamientos para que al mismo tiempo al paciente le ponga acorde la apariencia.Alrededor de unas 1.000 personas se someten anualmente a esta tratamiento cuyo precio oscila dependiendo del tipo de habitación, entre los 7.600 y los casi 22.000 euros la semana a pensión completa.Te cruzas con grandes damas, gente de postín, como diría mi madre, pero por más que preguntes, nadie te dice una palabra. La discreción es infranqueable y el buen hacer exquisito. Mas que hospedado, te sientes cuidado.

Se acaba la visita. Vuelta al aeropuerto de Ginebra. El chofer de la limusina se llama José. Deshacemos los 60 kilómetros de viñedos y campos suizos. Echa el freno. Me estrecha la mano y con su portugués natal me pregunta: ¿Señora cuando la volveremos a ver de nuevo por aquí?- Ah Xosé, Qui le sait!!

Mil Besos