“¡Adelgaza! Sin que te tomen el pelo ni te quiten la salud”. Es el titulo de un libro que hace poco salió al mercado y que te puede ayudar a quitarte las calorías torrijeras sin dejarte la salud en el intento. En él el Doctor José Enrique Campillo, entre otras cosas, propone un plan de alimentación y hace hincapié en algo que muchas veces no tenemos en cuenta: NO somos iguales ante la comida. Hay gente que come sin parar, de todo, y están en los huesos. Y los hay a los que le engordan hasta la lechuga.
Esta desigualdad social se explica en clave genética. En los genes ahorradores que heredamos del paleolítico cuando había que luchar para comer, pero que hoy en día, en nuestra sociedad de opulencia alimentaria, en vez de proporcionarnos supervivencia nos causan daños. El problema es que en la lotería genética a unos les han tocado pocos genes ahorradores y otros, en cambio, se han hecho con el premio gordo. Y nunca mejor dicho porque para esas personas es tremendamente difícil perder peso. Pero seas como seas una cosa está clara…¡¡¡No se puede pretender adelgazar sin hacer ejercicio!!!
Como se dice en el libro. “No existe ningún animal que sea, capaz en condiciones naturales de meterse las calorías de los alimentos dentro de su organismo sin haber gastado previamente unas calorías musculares para conseguirlo”.Eso no significa que vayamos al supermercado con el taparrabos y la lanza. Pero un poquito de ejercicio por favor.
Además una de las cosas más adictivas es la comida. Todos los seres vivos tenemos 2 misiones fundamentales, reproducirnos y alimentarnos. Y las 2 producen placer. Con lo cual, y para ponerlo más fácil, adelgazar necesita un gran esfuerzo psicológico. Esfuerzo que se puede atenuar con saciantes o estimuladores de la serotonina para controlar la ansiedad. Pero de eso hablaremos en próximos 30ytantos.
En el libro “¡Adelgaza! Sin que te tomen el pelo ni te quiten la salud” el doctor Campillo establece tres tipos de dietas. Las Dietas mágicas: de las que hay que huir. Las dietas hiperproteicas: Un arma médica que solo debe prescribir un facultativo cuando por razones de salud una persona debe bajar de peso. Y las Dietas que se basan en un principio fisiológico pero que se toman como les da la gana (Atkins, Montignac, De la Zona, Dukan…) Es todo lo mismo. El mismo objetivo. Producir una bajada de peso a costa de un desequilibrio nutricional.
¿Pero que podemos hacer si lo que queremos es perder entre 5 y 10 kilos? Lo que propone este libro es un plan de alimentación que empieza, como todo cambio, con un examen de conciencia. Apuntar todo lo que comemos a lo largo de una semana. Señalar en rojo lo superfluo y eliminarlo.
Ya con eso perderemos unos 50 gramos diarios que es lo que la ciencia del sentido común establece perder. En total unos 18 kilos en un año si seguimos este plan de alimentación. Un menú hipocalórico muy sencillo de unas 1.500 calorías donde es importante masticar despacio para saciarnos antes, engañar al estómago con pequeños trucos como utilizar cubiertos de postre y eliminar el que muchos expertos consideran “el veneno de la humanidad”… el azúcar.
Mil besos