Si eres de l@s que ahora mismo se encuentra con cara de póker diciendo ¿Hilos? ¿Hilos para qué?- te cuento: Hilos que se inyectan para rejuvenecer la piel desde dentro y tensar la zona. Un tratamiento de medicina estética que está siendo una revolución sin precedentes.
Hilos hay muchos y no son nuevos porque ya en la década de los 90 aparecieron los de oro, aunque no se pueden comparar con los de ahora ya que estos son reabsorbibles y los de oro los tienes de por vida. Como te decía los hay no reabsorbibles, los hay con espículas o anzuelos para que se agarren internamente y hagan más tensión… pero los que están triunfando son los japoneses/coreanos y por varias razones, entre ellas porque se reabsorben, tensan, son seguros y tienen estudios clínicos europeos que así lo demuestran.
Están hechos de polidioxanona, una sustancia muy segura que se utiliza en cardiología y oftalmología, tienen el espesor de un cabello y al introducirlos en la piel con unas agujas especiales lo que hacen es crear una fibrosis que estimula la creación de colágeno en esa zona consiguiendo que se tense porque se ha rejuvenecido.
No todos los Hilos son iguales. Cuidado que no te den gato por liebre. Los que tienen estudios clínicos y probada eficacia, y de los que te estoy hablando, son los de JBP. Los pioneros y los primeros que llegaron a Europa con esos estudios clinicos bajo el brazo. La doctora Vicenta Llorca fue quien los elaboró avalando la eficacia y la técnica y forma de aplicar este producto porque los médicos estéticos deben formarse para poder ponerlos.
Inicialmente los Hilos comenzaron a utilizarse para tensar la piel de la cara, sobre todo en el tercio inferior, cuello y escote. Pero en estos dos años que llevan en nuestro país, se han descubierto otras aplicaciones con resultados muy buenos tambien en patas de gallo, en el código de barras de la boca, en cara interna de brazos y muslos, en rodillas, en abdomen y para mejorar las estrías y cicatrices.
Es un tratamiento natural, nada invasivo, se hace en muy pocos minutos y salvo algún pequeño hematoma, no hay efectos secundarios. Se reabsorben más o menos a los 6 meses pero es tal el entramado de colágeno que crean los Hilos que el efecto lo vas a notar hasta los 12-18 meses. No necesita ni reposo ni nada. Te lo haces y sigues con tu vida.
Es uno de los mejores tratamientos de medicina estética pero hay que aclarar varias cosas: Primera, no es un relleno. No te cambia la cara. Es un estimulador para que la propia piel se regenere y que esa regeneración sea la que tense la zona; Y segunda, no es un lifting sin cirugía porque no se elimina piel sobrante como tampoco es la panacea. Hay que tener expectativas reales porque no resuelve grandes flacideces o arrugas muy profundas aunque si mejora el aspecto de esa piel.
Lo mejor es que sea el medico quien determine que tratamiento es el más adecuado o cuales son los que van a dar ese resultado que buscamos, combinando varios de ellos. No en vano este fin de semana JBP otorgó los primeros premios europeos a los mejores tratamientos con Hilos tensores, del que tuve el honor de formar parte del jurado de prensa, donde se premió al mejor caso, al mejor caso mediático y al de la innovación que recayó en el doctor español Manuel Lozano por combinar los Hilos con Plasma Rico en Plaquetas con un resultado asombroso.
Si te planteas alguna vez someterte a un tratamiento con Hilos, antes de nada pregunta si ese facultativo que te va a pinchar ha hecho los cursos de formación que se exigen para poder ponerlos. Recuerda que preguntar no es ofender, es información.
Y tan importante como conocer la preparación de ese médico que te va a hacer el tratamiento es saber sobre el propio producto que te van a aplicar. ¿Qué es? ¿Qué riesgos tiene? ¿Qué expectativas espero de él? ¿Cuánto me va a durar? ¿Tiene el marcado CE? (esto último es importantísimo, por tu seguridad nunca te inyectes nada que no lo tenga).
Exige que te enseñen los Hilos que te van a poner porque pasa que en ocasiones te dicen que van a ser estos Hilos, que tienen sobradas garantías de efectividad y seguridad, y después te inyectan otros más baratos. Como insiste La doctora Vicenta Llorca, la persona que acude a un centro de medicina estética no es una persona enferma, simplemente va a hacerse una tratamiento para mejorar su imagen y no por ello deja de ser un acto médico por lo que debe tener las mismas garantías. Así que, además de firmar un consentimiento de los riesgos del producto y alternativas al tratamiento por parte del paciente-cliente, los médicos tienen la obligación, por ley, de poner en las fichas de los pacientes, qué producto es, el lote al que pertenece y la caducidad. Tienes todo el derecho a saber qué te van a poner. No te cortes a la hora de preguntar porque es la única manera de evitar efectos indeseados y que te pongan otra sustancia que puede dar problemas y además no es por la que has pagado.
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Mil besos
