No disponemos aun del elixir de la eterna juventud pero andamos cerca y gracias a la ciencia ya no envejecemos como nuestros abuelos, ni siquiera como nuestros padres. Tenemos dos edades: La edad cronológica que es la que figura en tu DNI y es inamovible, y la edad biológica, que viene determinada por la velocidad a la que envejeces por dentro y por fuera. Ésta segunda no siempre coincide con la primera. Hay gente que aparenta más edad de la que tiene y los hay que parece que tengan años menos de los que constan en su partida de nacimiento. No en vano uno de los ideólogos de la cultura anti-envejecimiento, el científico de la Universidad de Cambridge, Aubrey de Grey, siempre acaba sus charlas diciendo “procura mantenerte sano los próximos 20 años, porque si lo consigues podrás vivir 300”.
Hoy día contamos con programas antiedad muy potentes capaces de frenar el paso del tiempo e incluso de echar marcha atrás las agujas de reloj. Son protocolos eficaces pero muy extensos, exigentes y complejos, difíciles de llevar a cabo con éxito si no se cuenta con ayuda profesional dado que cubren tres espectros: cuerpo, mente y emociones. Carmen Giménez-Cuenca, miembro de la Asociación Española de Medicina de Antienvejecimiento y Longevidad es pionera en España del coaching antienvejecimiento. Una disciplina que consiste en aplicar el método coach en un programa antiaging de la mano de una especie de entrenadora personal que te guía por las terapias antiaging. Se trata de un programa multidisciplinar de unos 6 meses de duración que comienza con un cambio de consciencia de uno mismo frente al paso del tiempo- Asegura Carmen Giménez-Cuenca que el declive más notable comienza a experimentarse a partir los 49 años y que nunca es pronto para empezar a cuidarse.
Son muchos los factores que nos envejecen. Una mala alimentación, la falta de ejercicio, dormir mal, el estrés, falta de autoestima, tristeza… Los hay físicos y también mentales. Por eso hay que trabajar cuerpo, mente y emociones para que el programa antiaging sea completo. Si somos capaces de activar esos tres campos en modo “joven” conseguiremos frenar y en muchos casos revertir el envejecimiento. La biogerontología, que es la ciencia que estudia el envejecimiento, afirma que en las próximas dos décadas van a poder revertir los factores distintivos del envejecimiento de las células. De hecho, en la actualidad ya se puede revertir la edad biológica 15-20 años por debajo de la edad cronológica. Pero hay que poner de nuestra parte. Por lo pronto hay que comer menos. Comemos demasiado. En lo único que se ponen de acuerdo todas las dietas antiedad es en la restricción calórica. Deberíamos comer un 30% menos de lo que comemos y además de la cantidad, hay comer y beber sano eliminado toxicidades. Hay que moverse y hay que descansar. Hay que pensar en positivo y tener un buen estado de ánimo.
Como ves, y para acabar, son muchas pequeñas cosas que primero te rejuvenecen por dentro y después te quitan años por fuera. Una mente sana en un cuerpo sano es una descripción bastante aproximada a un estado feliz. Aunque yo prefiero la cita de Cicerón “Preferiría ser viejo menos tiempo que serlo antes de la vejez”
Mil besos
