Según ha informado la Guardia Civil en un comunicado, la actuación se inició tras tener conocimiento, gracias a la colaboración ciudadana, de la existencia de un posible criadero ilegal de perros situado a las afueras de estas localidades.
Posteriormente, los agentes pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) localizaron unas instalaciones situadas en una zona apartada del núcleo poblacional de ambas localidades, donde pudieron observar un gran número de canes, de razas como bulldog francés, chihuahua y yorkshire terrier.
Tras realizar las comprobaciones documentales oportunas, y ante las sospechas de que el lugar pudiera ser un criadero ilegal de perros, se procedió en coordinación con del área de protección animal de la consejería de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio a realizar una inspección en el lugar, descubriendo que carecía de licencia de núcleo zoológico y constatándose infracciones graves y muy graves en materia de protección y bienestar animal.
Estos hechos motivaron la intervención de 85 de los perros, principalmente animales enfermos, cachorros, hembras recién paridas y otras preñadas siendo trasladados un gran número al Centro Integral De Acogida De Animales (CIAAM) y el resto a centros y albergues autorizados y colaboradores de la Comunidad.
Por todo ello, el propietario de las instalaciones ha sido sancionado con infracciones administrativas graves y muy graves en materia de protección y bienestar animal.