Se trata de una operación conjunta desarrollada en la Comunidad de Madrid y en la provincia de Toledo en la que el cabecilla, detenido en Rivas Vaciamadrid, habría logrado vender en los últimos tres años 134 vehículos, 44 de ellos en el último ejercicio.
La organización adquiría coches de lujo siniestrados con su documentación y robaba otros iguales con un sofisticado aparato con el que alteraban la centralita informática de los vehículos para reparar y volver a ensamblar los primeros con piezas de los sustraídos en diversas naves con las que contaban, perfectamente equipadas.
La delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dacausa, ha informado en rueda de prensa junto con responsables de ambos cuerpos de esta operación, en la que se han recuperado 64 vehículos, se han intervenido cientos de piezas y se ha descubierto un entramado empresarial para el blanqueo de capitales.