El presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Juan Vivas, ha elevado en la Conferencia de Presidentes una petición clara: que el Estado dé una respuesta decidida y estructural a los retos específicos que afronta Ceuta. En su intervención, Vivas defendió con firmeza la necesidad de un apoyo sostenido que no se limite a actuaciones puntuales, sino que refleje de forma estable la “singularidad geográfica, demográfica y social” del enclave norteafricano.
“Ceuta no es una ciudad cualquiera. Sus particularidades requieren un tratamiento acorde, y eso implica compromiso, voluntad política y soluciones adaptadas”, subrayó el presidente ceutí, visiblemente determinado a poner sobre la mesa las cuestiones que más preocupan al Ejecutivo local.

Una financiación que tenga en cuenta la excepcionalidad
Uno de los ejes centrales de su discurso fue el modelo de financiación. Según Vivas, el actual sistema no contempla las circunstancias especiales de Ceuta, lo que merma la capacidad de la ciudad para prestar servicios públicos en igualdad de condiciones. Reclamó una revisión profunda del marco financiero que tenga en cuenta aspectos como el aislamiento físico, el coste añadido de los servicios, y la carga que supone gestionar flujos migratorios de una dimensión muy superior a la capacidad real de acogida.
Vivienda, educación y cohesión social
Entre las propuestas concretas, Vivas pidió el respaldo estatal al nuevo plan de vivienda de alquiler asequible impulsado por la Ciudad. Subrayó la importancia de cerrar acuerdos con el Ministerio de Defensa para poner a disposición suelo actualmente inactivo, y reclamó la implicación del Estado en el 50 % del esfuerzo económico.
En el ámbito educativo, alertó sobre las preocupantes cifras que afectan al rendimiento escolar y al abandono temprano, y solicitó la implementación urgente de un plan integral que aborde tanto la mejora de infraestructuras como la ampliación de etapas clave, como la educación infantil. “No se trata solo de construir más aulas, sino de combatir la desigualdad desde la raíz”, afirmó.
Migración y menores: Ceuta necesita más recursos
El presidente ceutí hizo también un llamamiento explícito para que el Estado asuma su responsabilidad en la atención a los menores migrantes no acompañados. “Estamos haciendo un esfuerzo titánico, pero no podemos solos. La presión es inasumible si no se articula un sistema de reparto y apoyo real desde el conjunto del Estado”, insistió.
Vivas defendió asimismo el actual régimen de visado con Marruecos como un avance fundamental para el control fronterizo, y solicitó mantener ese requisito como medida de seguridad y garantía de orden en el tránsito con el país vecino.
Comunicaciones, salud mental y personal sanitario
La falta de aeropuerto, el elevado coste del transporte y las dificultades para atraer personal sanitario especializado fueron otras de las cuestiones destacadas. El presidente reiteró la urgencia de aplicar incentivos eficaces que permitan a Ceuta competir en condiciones con otras regiones a la hora de cubrir plazas médicas, con especial mención a la salud mental: “Este es uno de los ámbitos más desatendidos y más necesarios. La salud mental en Ceuta no puede esperar más”.
Compromiso con el interés general
Finalmente, Vivas defendió la lealtad institucional como base para avanzar, pero sin renunciar a exigir lo que considera justo para Ceuta. “Estamos aquí para construir, para cooperar, pero también para recordar que Ceuta es una parte esencial de España y que sus necesidades no pueden postergarse”, concluyó.

Con su intervención, Juan Vivas no solo puso voz a las demandas de Ceuta, sino que reafirmó una postura institucional de firmeza constructiva: voluntad de diálogo, sí, pero también exigencia de soluciones reales. La ciudad necesita un respaldo sostenido que garantice igualdad de oportunidades, refuerce la cohesión social y reconozca su papel estratégico como frontera sur de Europa. La pelota, ahora, queda en el tejado del Estado.