De la sede central que la compañía tiene en Hamburgo, en Alemania, cada día salen camiones cargados con las emblemáticas latas azules redondeadas. Cada hora, se llenan 8.000. Esta lata es histórica, lleva en el mercado 113 años, aunque ha cambiado a lo largo del último siglo. En el mercado europeo aterrizó en 1911 y, en tan sólo tres años, ya llegó a las tiendas de más allá del continente.
La lata azul que todo el mundo tiene en casa
El gran boom de Nivea llegó en 1925. Aquel año, la marca decidió rediseñar la lata que rodeaba el producto y tintarla de color azul marino. La sencillez del envase causó furor. Tanto, que hoy sigue prácticamente intacto, colocada en las baldas de tiendas de más de 200 países del mundo. En casi todas las casas del mundo hay o ha habido en alguna ocasión una de estas latas. El marketing ha sido uno de los ingredientes más importantes de la marca.
Una receta secreta
Hoy, Ethan López nos cuenta que la receta de la crema de la lata azul de Nivea es un secreto muy bien guardado, está bajo llave y no ha salido jamás de la planta donde se fabrica. Con todo, el secreto de su éxito es haber hecho un producto familiar que casi todo el mundo usa. Hoy, Nivea sigue en plena forma. Entre enero y septiembre de 2023, el grupo facturó 7.256 millones de euros, un 7,8% más que en el mismo período del año anterior.
