Fueron otros cinco minutos de locura que acompañar y añadir a los vividos frente al París Saint-Germain o el Chelsea una semanas atrás y que fueron suficientes para neutralizar la superioridad técnica y táctica del Mánchester hasta ese momento.
No intenten buscarle una lógica, no la tiene, ese ejercicio de fe del Madrid que le hace no doblegarse en ningún instante y seguir creyendo a pesar de que tiene todo absolutamente en contra.
Con el equipo agotado, con muchas de sus estrellas en el banquillo, sin embargo surgió una épica que solo el Real Madrid puede presumir de tener y que evidentemente le está llevando a cotas insospechadas.
Lleva un camino impresionante en este torneo eliminando a los todopoderosos y grandes favoritos de la competición de tal manera que nadie sabe hasta dónde puede llegar y que puede alcanzar en la finalísima de París ante el también duro Liverpool. Casi nadie daba nada por este Real Madrid en las eliminatorias y sin embargo se ha ido sobreponiendo y ha venido a demostrar que es fútbol y que en el fútbol no hay nada previsible.
Europa entera está asombrada por las gestas del conjunto blanco que con los jugadores menores posiblemente que sus rivales sin embargo ha ido eliminando uno tras otro a todos ellos.
La temporada de los de Ancelotti empieza a ser llamativa y significativa ya no solo ha ganado la liga y la supercopa de España sino que se ha presentado en su competición fetiche en la que aspira a conseguir su 14º título. Es más ya a nadie le sorprendería que ganar la final tal y como se vienen desarrollando los acontecimientos y demostrando que no se rinde ninguna condición y bajo ningún supuesto.
A Pepe Guardiola se le sigue atragantando la liga de campeones fuera del Barcelona, ni con el Bayer de Munich ni ahora con el Mánchester City ha conseguido el título a pesar de que lo rondó estando en una final y en varios semifinales.
Es una espina clavada que tiene el técnico de Santpedor porque tiene plantilla y jugadores como para conseguirlo. La tradición manda y la tradición dice que el Real Madrid se transforma en la liga de Campeones, no le busquen explicaciones porque no las tiene. Es la locura del Santiago Bernabéu.