Ninguno de los entrenadores que han pasado por el banquillo del Barcelona han entendido que era indiscutible sus esquemas de juego y le han usado con cuentagotas. Entrenadores de todos los estilos y de toda índole, evidenciando que a pesar de las enormes diferencias entre Ronald Koeman y Xavi Hernández, ninguno de los dos ha considerado necesario utilizar más al canterano del Barcelona. Algunos pensaban que la llegada del nuevo entrenador al equipo podría provocar un nuevo papel del joven centrocampista y una mayor participación, si algo parece evidente es que Xavi y Riqui Puig ven el fútbol de la misma manera y son hijos del mismo estilo de juego el de la filosofía del Barcelona.
Sin embargo y a pesar de que en muchos momentos habido bajas significativas en el 11 titular hasta que apareció Pedri y ya prácticamente hubo Overbooking en el centro del campo, tampoco Riqui Puig consiguió convencer a su entrenador y tener más protagonismo que otros centrocampistas como Nico o Gavi que definitivamente cuentan mucho más en este actual equipo.
Y en estas no da la sensación de que la situación vaya revertirse sino al contrario conforme hay una mayor exigencia en los próximos partidos y con los descansos semanales que se están produciendo con solo un partido a lo largo de siete días, lo más normal y lógico es que el actual entrenador use más de continuo a los habituales titulares y que las rotaciones sean más bien escasas o producto de sanciones o lesiones.
El panorama no puede ser más desalentador para el joven Riqui Puig y le obliga a empezar a pensar en un futuro más cercano hacia donde quiere dirigir su carrera. Incluso se apunta que el Barcelona va a contratar algunos centrocampistas de peso como el costamarfileño del Milan Kessié con lo que cada vez le será más difícil tener protagonismo y sobretodo minutos y crecer en el Fútbol Club Barcelona
A Riqui lo mejor sería aconsejarle buscarse otro equipo aunque fuera como puente para seguir creciendo y para no perder la posible profesión que pueda tener en los próximos años, otra temporada casi en blanco en el Barcelona sería estancarse definitivamente y casi perderse en unos años de profesión importantísimo y de madurez a los futbolistas. Probar otro fútbol probar otro equipo y comprobar si realmente está hecho para competir en un conjunto de alta categoría y volver a llamar a la puerta del Barcelona, por lo menos intentarlo.