NITS DE RÀDIO, AMB DAVID CERVELLÓ

Comer a deshora afecta a la salud metabólica infantil

Restringir la ventana alimentaria reduce riesgos de obesidad

Las cenas tardías, típicas en los hábitos españoles, pueden contribuir al sobrepeso

Los alimentos naturales y el ayuno nocturno pueden proteger a los niños

David Cervelló

Catalunya |

Un estudio reciente de la Universidad Complutense de Madrid destaca la importancia de los horarios de las comidas en la salud metabólica infantil. Viviana Loria-Kohen, investigadora del grupo VALORNUT de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, entrevistada en el programa Nits de Ràdio, de Onda Cero Catalunya, ha asegurado que lo importante “no solamente es qué comemos, sino el momento en que comemos”. La investigación pone el foco en cómo la hora de las ingestas, especialmente en la infancia, puede influir en el desarrollo de obesidad y en parámetros como glucosa y lípidos en sangre.

El estudio señala que una ventana alimentaria prolongada, es decir, el tiempo transcurrido entre la primera y la última comida del día, puede tener efectos negativos. “Cuando se retrasa el horario de la cena o la ventana alimentaria es muy prolongada, esto puede tener un efecto negativo en el desarrollo de obesidad futura en los niños”, explica Loria-Kohen. Por ello, se recomienda que esta ventana no supere las 12 horas, idealmente con un desayuno a las 8:50 y una cena no más tarde de las 20:30.

En España, los hábitos familiares han cambiado, y la cena tiende a retrasarse debido a horarios laborales y falta de planificación. “Es verdad que son los hábitos que tenemos. En España es uno de los países de Europa donde se cena más tarde”, apunta la investigadora. Este retraso, sumado a la falta de organización en las comidas, puede contribuir al sobrepeso infantil, un problema que, según la World Obesity Federation, podría afectar a dos de cada cinco niños y adolescentes para 2035.

Reducir la ventana alimentaria permite al organismo realizar procesos metabólicos esenciales, como el uso de reservas corporales. “Si comemos durante una menor cantidad de horas, damos tiempo a que el organismo desarrolle toda una serie de procesos metabólicos”, subraya la investigadora. Esto incluye evitar ingestas nocturnas, como el “resopón” antes de dormir, que prolongan el tiempo de consumo y dificultan el reposo metabólico.

Además de los horarios, la calidad de la dieta es crucial. “La reducción del consumo de ultraprocesados es sin lugar a dudas fundamental”, afirma la experta. Optar por alimentos reales, como frutas o vegetales, en lugar de productos procesados, junto con respetar un ayuno nocturno, ayuda a mantener la “maquinaria” del cuerpo en óptimas condiciones, promoviendo un metabolismo saludable.

A pesar de las alarmantes previsiones sobre obesidad infantil, hay señales de esperanza. Según el estudio Aladino de 2023, el sobrepeso y la obesidad en España muestran signos de estancamiento. “Estamos a tiempo, y no solo eso, sino que en España se van viendo cambios”, destaca Viviana Loria-Kohen. Con pequeños ajustes en los horarios y una dieta más natural, es posible revertir estas tendencias y proteger la salud de los niños.