La primera sesión del juicio contra Dani Alves por agresión sexual ha empezado este lunes a las diez de la mañana, poco después de que el exjugador del Barça llegara a la Audiencia de Barcelona en un furgón de los Mossos d'Esquadra. El vehículo policial ha sido conducido desde la cárcel de Brians, donde se encuentra desde hace más de un año en prisión preventiva.
Durante las cuestiones previas, la abogada de Alves, Inés Guardiola, ha pedido la suspensión del juicio, alegando que se han vulnerado derechos fundamentales de su cliente. Concretamente, considera que ha habido un "juicio paralelo" en los medios de comunicación, que han vulnerado su derecho a un juicio justo y su presunción de inocencia. La Fiscalía se ha opuesto a estos argumentos y el juicio ha seguido adelante. Sí que ha aceptado, en cambio, otra petición de la defensa: que Alves sea el último en declarar. Así pues, lo hará el miércoles, cuando ya se hayan pronunciado los 28 testigos citados en el juicio.
Una vez resueltas las cuestiones previas, ha llegado el turno de la declaración de la víctima, que se ha hecho a puerta cerrada para proteger a la joven. Con el mismo objetivo, se ha colocado un biombo para evitar el contacto visual entre ella y su presunto agresor, y se le ha distorsionado la voz para que no se la pueda reconocer en la grabación que quedará guardada en sede judicial.
"Dijo que le había hecho mucho daño"
Después de la denunciante, ha llegado el turno de la amiga y la prima que estaban con ella la noche de los hechos, del 30 al 31 de diciembre de 2022. Ambas han coincidido en su testimonio, tildando la actitud de Alves de "babosa" y diciendo que se sintieron incómodas con él. La amiga, por ejemplo, ha dicho que el brasileño aprovechó algún abrazo para tocarle el culo y la prima ha asegurado que le puso la mano en su "zona íntima".
También las dos han afirmado que la denunciante, después de haber estado con Alves en el lavabo, les contó, entre lágrimas, que le había hecho mucho daño. Según ellas, además, le costó mucho tomar la decisión de denunciar porque pensaba que nadie le iba a creer. Tanto la prima como la amiga de la joven, muy cercanas a ella, han remarcado que, desde lo ocurrido, lo está pasando "muy mal". Dicen que tiene ansiedad y depresión, que le cuesta dormir y que todavía no ha podido volver al trabajo.
Finalmente, en esta primera sesión, han declarado tres trabajadores de la discoteca Sutton de Barcelona, donde tuvieron lugar los hechos. Los dos camareros han confirmado que Bruno, el amigo de Alves, les hizo una señal para que invitara a las chicas a una copa y a ir al reservado con ellos. El portero ha relatado el momento en el que vio a la joven salir llorando del establecimiento.
Las seis personas que han testificado hoy han negado que Alves oliera a alcohol, cosa que desmiente la idea de que el acusado iba bebido, un argumento esgrimido por la defensa a última hora para conseguir un atenuante por embriaguez.
Este martes, 22 testigos
Este martes, a partir de las tres de la tarde, se celebrará la segunda sesión del juicio, en la que está previsto que testifiquen un total de 22 personas. Entre ellas, se encuentra la mujer del exblaugrana, la modelo Joana Sanz, pero también los mossos d'esquadra que atendieron a la víctima en un primer momento o el propietario de la discoteca Sutton.
El miércoles, si todo va según lo previsto, tendrá lugar la tercera y última sesión del juicio contra Dani Alves. Será, entonces, el turno de las pruebas periciales y, finalmente, de la declaración del acusado.
