Los detenidos buscaban a ciudadanos españoles dispuestos a convertirse en pareja de hecho de ciudadanos extranjeros y empadronarlos en su domicilio a cambio de una remuneración económica de hasta 1.000 euros.
Luego, recogían a los ciudadanos extranjeros en el aeropuerto y le acompañaban a realizar todos los trámites necesarios para conseguir su regularización, un servicio por el que los migrantes pagaban entre 6.000 y 10mil euros. Un procedimiento que habrían usado en hasta 95 ocasiones.
Por todo ello los 70 detenidos están acusados de delitos de falsedad documental, favorecimiento de la inmigración irregular y pertenencia a organización criminal.