Se puede permitir así, casi aparcar ya la competición europea hasta el próximo mes de febrero, con la satisfacción del deber cumplido y casi con la certeza de ser cabeza de serie y tratar de evitar algunos de los cocos en el sorteo de los octavos de final. Pero siguen siendo días trascendentes para el Barcelona pues ahora lo que está en juego es no descolgarse de la liga.
Las visitas a la montaña mágica del Atlético de Madrid y del Girona de Michel serán la prueba definitiva de la mejoría del equipo y de que de verdad, esta temporada puede defender el título de liga que conquistara la temporada pasada. Un empate, y sobre todo una derrota frente a los colchoneros descolgaría de manera casi definitiva al Barcelona, más que por la distancia que sería importante, por el hecho de que sería hasta tres equipos, los que se marcharían muchos puntos y deberían fallar de demasiado para permitir al Barcelona, engancharse al campeonato, a pesar de lo mucho que queda.
Es por tanto que hay mucho en juego en este choque ante un Atlético de Madrid que vive su mejor momento de la temporada y que muestra una enorme solidez y convicción en lo que está realizando. No debe ser casualidad que el Cholo Simeone no haya ganado nunca en liga como entrenador de su equipo al Barcelona, ya que son muchísimas temporadas y en ninguna de ellas consiguió llevarse el botín de los tres puntos. En esta oportunidad las cosas parecen más igualadas porque se junta el buen momento de forma de los madrileños y ciertas dudas en los barceloneses.
El punto de partida de los de Xavi Hernandez debe ser la segunda parte disputada el pasado Martes ante el Oporto y la rápida reacción al gol de los portugueses en la primera mitad. Poco a poco deben ir entrando más en juego los Pedri y Frankie de Jong de los que se espera sean el faro que alumbre al equipo. También Lewandowski como comentábamos estos días debe volver a ser el líder del ataque cuando más lo necesita el equipo.
Un triunfo, y sobre todo buenas sensaciones en el choque del próximo domingo significarían revertir la situación anímica del grupo y del entorno y mirar con mucho optimismo el desenlace final de lo que queda de año con partidos más accesibles y que podrían hacerle terminar el primer tercio del campeonato muy bien situado de cara a todos los objetivos.
Hay mucho en juego en todos estos partidos y evidentemente en este ante el Atlético de Madrid son más que tres puntos: La confianza, la tranquilidad, la mejoría y de paso dejar tocado a un directo rival que va lanzado en los últimos tiempos.
