El acuerdo entre las Clarisas, que siguen manteniendo la propiedad, y la asociación sin ánimo de lucro Camino del Asombro han permitido la reapertura después de invertir 250.000 euros procedentes de una subvención de la Junta. Un dinero que servirá para abrir, pero que necesitará que la iniciativa tenga éxito y cuente con ayuda a través de patrocinios y mecenazgos para completar las inversiones previstas. En el futuro se prevé la recuperación de las zonas verdes y la apertura de una hospedería, si se obtiene la financiación que lo permita. De momento, el edificio se abre a las visitas guiadas y otras actividades culturales.