Un prado de Escalona fue acondicionado en agosto de 1936 como aeródromo militar oculto entre pinares en el que despegaban y aterrizaban los cazas alemanes enviados por Hitler para participar en la Guerra Civil española.
Actualmente quedan algunos resto del aeródromo. Un grupo de 200 militares llegó a esta pequeña localidad conviviendo con los vecinos de Escalona del Prado.