A las 11:50 horas, dos Policías Nacionales fueron requeridos, mientras patrullaban uniformados por la Plaza Obispo Nicolás Castellanos, por una mujer que con su bebé en brazos pedía auxilio, desesperada y gritando que su hija se muere, que no respira, que necesita ayuda.
Inmediatamente los policías socorren a la criatura, que no respira, se encuentra muy pálida, y apreciando colapsados sus indicadores vitales, por lo que se requiere el servicio urgente de una ambulancia.
Dada la extrema gravedad de la criatura se optó por realizar el traslado urgente en el vehículo policial, sin más demora, hasta el Centro Médico de Jardinillos.
En dicho centro médico, procedieron de forma inmediata a la reanimación de la menor, y tras varios minutos, los facultativos informan a los actuantes que la pequeña entró en parada cardio-respiratoria y que había estado unos instantes sin respirar, pero que la habían podido recuperar y ya se encontraba fuera de peligro. Añadiendo que el rápido traslado resultó decisivo para evitar un fatal desenlace.
