Las organizaciones convocantes de la exitosa movilización agraria de este miércoles en Palencia, ASAJA y la alianza UPA-COAG, piden la dimisión del subdelegado del Gobierno en esta provincia por la "pésima gestión que ha realizado de estas acciones de protesta". Las entidades que, desde las elecciones agrarias de hace un año, poseen actualmente la representatividad del sector, han buscado en todo momento cooperar con las autoridades para garantizar la seguridad, canalizar la protesta dentro de la legalidad y ocasionar a la población los menores trastornos posibles en el ejercicio de su derecho constitucional recogido en el artículo 21.
Para ASAJA, UPA y COAG, el máximo representante del Gobierno de España parece contagiado de la arbitraria interpretación de la Constitución Española que padecen otros altos cargos del Ejecutivo de España, obviando que ese artículo reconoce «el derecho de reunión pacífica y sin armas», cuyo ejercicio no necesita autorización previa; y que en lugares de tránsito público y manifestaciones basta con la comunicación previa a la autoridad (efectuada en su momento); y sólo pueden prohibirse si hay razones fundadas de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes.
Las organizaciones convocantes nos hemos encontrado con una actitud sibilina, astuta y pilla por parte del máximo representante del Ejecutivo de España en la provincia, que ha buscado sucesivamente la desmotivación de la jornada de protesta organizada por ASAJA, UPA y COAG; su disolución o confusión con otras movilizaciones de carácter espontáneo y puntual; y —llegado el día de las tractoradas—los cambios sobre la marcha para confundir a los participantes y para minimizar la repercusión solidaria que estas manifestaciones encuentran en la sociedad y en los medios de comunicación palentinos.
Lejos de lograr sus objetivos, el subdelegado del Gobierno ha alimentado el malestar de nuestros agricultores y ganaderos, a quienes las organizaciones agradecemos no sólo su masiva participación, sino el carácter ordenado y pacífico que han demostrado en todo momento, sin responder a las provocaciones que suponían los cambios de itinerarios promovidos desde la Subdelegación.
Asimismo, también agradecen a las fuerzas del orden público su trabajo, su profesionalidad y su cooperación para el buen desarrollo de las protestas, máxime en el momento delicado y doloroso que padecen —singularmente, la Guardia Civil—, por falta de medios legales y materiales para desempeñar su labor con eficacia y seguridad, cuando no la instrumentalización de sus responsables políticos.
PAGAR LEALTAD CON DESVÍOS. ASAJA, UPA y COAG se sienten estafados por las reuniones y los contactos mantenidos con la Subdelegación del Gobierno, a la que plantearon siempre su total disposición a organizar una movilización ejemplar, con arreglo a la legalidad y en el ejercicio de su legítimo derecho constitucional.
Sirva de ejemplo de las maniobras de la Subdelegación que a la tractorada procedente de Magaz de Pisuerga se le impidió circular apenas dos kilómetros del último tramo por la autovía A-610 hasta Palencia (el resto trascurre por las vías de servicio), y se forzara sin justificación a los tractores a un desvío de casi nueve kilómetros por la carretera secundaria que bordea la factoría de Renault en Villamuriel y a un parón añadido de veinte minutos, retrasando su llegada al recinto ferial.
Asimismo, ya en la capital palentina, con la excusa de unas obras inexistentes, se impidió a los tractores efectuar el recorrido inicial acordado desde el Ferial (por las avenidas Cardenal Cisneros, Valladolid y Modesto Lafuente), llevando la caravana directamente a la avenida Manuel Rivera por el Paseo de Nuestra Señora de los Ángeles; todo con el objetivo de reducir la visibilidad de una masiva participación en las protestas por la gravísima crisis que padece el sector agroganadero.
El cineasta Woody Allen afirma, con su humor característico, que «la vocación del político de carrera es hacer de cada solución un problema». Desde ASAJA y la alianza UPA-COAG ven que "el subdelegado del Gobierno quiere seguir haciendo carrera política, porque su papel ante la movilización agraria en Palencia ha mostrado esa inequívoca vocación de crear problemas allí donde los convocantes proponíamos soluciones. A él le corresponde ahora dimitir y, si su actitud no ha respondido a inconfesables estrategias y consignas partidistas, explicar las razones de su ineficaz y taimado proceder con los profesionales del sector agroganadero palentino".