En Rodillazo, una pequeña localidad leonesa perteneciente al municipio de Cármenes, se pusieron manos a la obra para crear una nueva junta vecinal después de que ésta desapareciera en 1976.
Casi cincuenta años después, César Prieto quiere que los recursos del pueblo, que no son pocos, se gestionen desde el propio pueblo.
Pero ante estas aspiraciones la legislación es tajante: Ley 27/2013 de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, creada en plena crisis económica, impide la posibilidad de crear nuevas juntas vecinales, lo que frustra las intenciones de Rodillazo.
Después de que el pleno del Ayuntamiento de Cármenes votase, en diciembre de 2024, por unanimidad a favor de la recuperación de la junta vecinal de Rodillazo, disuelta en 1977 en el marco de la terrible despoblación que asoló la provincia, la Diputación informó favorablemente de la recuperación de cualquier junta vecinal, siempre dentro del marco legal. El chasco llegó cuando la Junta de Castilla y León avisó de la imposibilidad de llevar la creación a cabo por aquella ley de hace una década. Por eso, desde Rodillazo piden a administraciones y políticos que ayuden a la localidad a cambiar el texto legal.
La junta vecinal de Rodillazo permitiría hacerse cargo y recuperar el camino que lleva a Correcillas, de época romana, cerrado desde 2008; además de poder solucionar problemas de abastecimiento de agua o arreglo de vías, entre otras cuestiones.