Ya son seis focos de viruela detectados en esta comunidad autónoma, desde septiembre. Los cinco primeros en varias localidades de Cuenca, pero esta semana se ha detectado otro en la provincia de Ciudad Real. Como ha confirmado hoy la directora general de Agricultura y Ganadería, Cruz Ponce.
Esta nueva detección está a una "distancia considerable" de los focos iniciales y, según Ponce, uno de los orígenes "más probables" del contagio son los movimientos ganaderos.
Para evitar "males mayores" en el sector el Gobierno regional ha tomado la decisión de inmovilizar todas las explotaciones de ovino y caprino de las provincias de Ciudad Real, Albacete, Cuenca y Toledo.
Solo podrán salir los animales que vayan a matadero, que cumpla una serie de condiciones, y las explotaciones lácteas podrán seguir vendiendo leche.
La directora general de Agricultura y Ganadería ha afirmado que se trata de medidas necesarias, aunque puedan ser "incomodas, gravosas y onerosas" para los ganaderos, administraciones y mercados.
Cruz Ponce ha querido dejar claro que esta viruela ovina es una enfermedad de naturaleza vírica que no se contagia a los seres humanos ni tampoco a los productos de los animales afectados, pero sí es muy contagiosa entre los animales a los que se transmite.
Entre miércoles y jueves de esta semana se publicará la resolución en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha para intentar frenar ante la propagación de la viruela en estos animales.