Lola Hilo nace en Valdepeñas, aunque en la actualidad vive en Alcázar de San Juan, y su proyecto artístico es parte de su búsqueda de identidad personal. Ha pintado, ha tejido, pero admite que nada la ha enganchado tanto como la puntada. Borda a mano desde pequeña, una técnica que aprende con las Salesianas y recupera tiempo después, sin tanta presión de perfección.
Gregorio Prieto es para ella una figura especial, como artista multidisciplinar del que siempre descubre cosas nuevas, al que admira y al que vuelve de tanto en tanto. La colección que ahora puede verse en Querida Patro está formada por nueve bastidores que plasman "dibujos al hilo" de Prieto, explica a Onda Cero Lola.

Como parte de su proceso creativo interviene muchas veces la imagen que toma como punto de partida, pero no en este caso.
Este vínculo con Gregorio Prieto tiene que ver con su admiración por el artista, pero también con el hecho de ser valdepeñera y porque la casa donde se ubica el museo fue de sus antepasados.
MEGACURIOSA Y AMANTE DE LA MÚSICA
En sus bordados Lola Hilo experimenta con distintos materiales y texturas, introduciendo elementos como hojas de plantas, tejidos y otros elementos.
El noventa por ciento de sus trabajos tiene relación con la música, para ella una disciplina fundamental por las emociones que genera y capaz de sacarla de lugares por los que no quería transitar. Transfiere mediante el bordado imágenes de artistas, entre ellos David Bowie, Sara Montiel, Kate Bush o The Cure.