En un cebadero de corderos en Alcázar de San Juan, con capacidad para 8 000 animales, se ha confirmado como el primer foco de viruela ovina en la provincia de Ciudad Real.
Dato aportado en Valdepeñas por el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, que ha recordado que este es el séptimo del total de focos contabilizados en Castilla-La Mancha.
La distancia que separa Alcázar de San Juan del resto de municipios donde se ha confirmado la presencia de esta enfermedad, todos en Cuenca, ha sido determinante en la decisión del Gobierno regional de paralizar todas las explotaciones ganaderas de la comunidad autónoma, a excepción de Guadalajara.
Sobre la posibilidad de otros tres focos de viruela ovina en la provincia, Martínez Arroyo no ha querido confirmar esta información hasta contar con los resultados definitivos del laboratorio de referencia, en Algete (Madrid). El consejero de Agricultura ha explicado que se han hecho controles en muchos puntos y ha pedido prudencia, sobre todo al sector ganadero, para evitar la propagación de esta enfermedad altamente contagiosa, que no afecta ni a las personas ni a los alimentos derivados de ovejas y cabras.