El acoso ha encontrado en las redes sociales una forma de extender el daño que provoca y se convierte en el refugio de cobardes que, usando el anonimato, someten a otras personas a un trato denigrante. Miguel 925 estuvo pensando en tratar el tema con sentido del humor, pero contando la verdad de lo que sufre la persona acosada y desnudando la bajeza de la persona que comete acoso. El proyecto se antojaba complicado porque es difícil hablar con humor de algo tan serio, pero Miguel ha sabido darle forma y el humor es una buena herramienta para aligerar la carga de quien sufre "bullying" y enfrentar al acosador a los complejos que le llevan a hacer algo así.