El pasado 11 de octubre, los prelados dieron un plazo de "10 días" al bufete Cremades para que entregasen el informe sobre abusos sexuales a menores que la propia Iglesia les encargó hace más de un año y medio, en febrero de 2022.
En una carta remitida por la CEE al bufete, la Conferencia Episcopal advirtió de que, si no se cumplía este plazo de 10 días, entenderían que se habían incumplido las condiciones del contrato.
Por su parte, fuentes del despacho de abogados Cremades & Calvo-Sotelo indicaron a Europa Press la semana pasada que en "los próximos días" entregarían a la CEE "un resumen ejecutivo", aunque el informe completo, que prevén que tenga unas 2.000 páginas, lo entregarán "antes de que termine el año".
Las mismas fuentes han achacado el retraso en la entrega del informe a la falta de respuesta sobre 300 casos de curas españoles denunciados ante el Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano.
Según han explicado, durante las investigaciones tuvieron conocimiento de estos casos y solicitaron por carta esos nombres pero aún no se los han entregado. Sin esa respuesta, puntualizan que es difícil "contrastar" si esos 300 nombres están ya recogidos en alguna de las listas que manejan o si son otros casos. "Eso está retrasando las cosas", han puntualizado.
Desde el bufete pidieron "paciencia" porque recuerdan que el tema investigado es un asunto "muy delicado" y que requiere que sean "rigurosos y meticulosos". Además, puntualizaron que el plazo de un año, puesto inicialmente, era "indicativo" y que el trabajo ha resultado ser "bastante más complejo" de lo que pensaban.
El informe se esperaba para el pasado mes de marzo cuando se cumplió un año del inicio de los trabajos por parte del bufete de abogados, después se pospuso la entrega a junio y aún no se ha presentado. El pasado 28 de septiembre, el secretario general de la CEE, Francisco César García Magán, indicó que "el retraso no se debe" a los obispos y que no les gusta que se haya demorado la entrega.
Tal y como señaló el portavoz de los obispos, una vez recibido el informe, tendrá que ser estudiado por los miembros de la Comisión Ejecutiva de la CEE y presentado al resto de obispos y a la sociedad.