Cinco jugadores del Torija Fútbol Sala han sido condenados con hasta tres temporadas de inhabilitación tras la agresión del sábado a dos árbitros de fútbol sala que acabó con la rotura de mandíbula del titular.
Está pendiente de intervención quirúrgica por las heridas sufridas tras el partido disputado el pasado sábado entre el FS Torija A y EDB Ciudad de Guadalajara.
Tras la propuesta de la Comisión Antiviolencia, la respuesta del juez único de fútbol sala de la Federación de Fútbol de Castilla la Mancha (FFCM) ha sido inflexible ante unos hechos que califica de “muy graves”.
El magistrado también impone sanción de quince encuentros de suspensión a otros dos jugadores; a los que se suman además tres de los sancionados con la inhabilitación de tres temporadas.
Lee aquí la resolución del juez.
Entre los sancionados con quince encuentros se encuentra el alcalde y también jugador Álvaro Murillo, que ha negado cualquier vinculación con los hechos y mantiene la condena a cualquier tipo de violencia. Se pone a disposición de las autoridades para aclarar lo sucedido.

Su versión es distinta a la del acta arbitral.
El propio colegiado agredido recoge en ella que Murillo -que se encontraba en la grada- profirió insultos de gravedad durante el encuentro bajando a la zona de banquillo. También que estuvo presente durante la agresión y “solo intervino cuando tenía el rostro totalmente deformado y ensangrentado”.
El acta arbitral refleja además que no llamó a la Guardia Civil a pesar de que se lo solicitaron aunque ayudó a los árbitros a refugiarse en un vestuario del pabellón.
El árbitro Abdessamad Mokhtar El Kharaifi, y su hermano, árbitro de mesa, de origen magrebí, denuncian haber recibido amenazas de muerte, insultos racistas, patadas y puñetazos. El titular llegó a quedar inconsciente y a su hermano le destrozaron el teléfono móvil.