El Ayuntamiento de Guadalajara pone en marcha una
modificación de la Ordenanza Municipal de Tenencia de Animales con los
objetivos de actualizarla, de incrementar la protección animal, controlar las
colonias de gatos ferales y endurecer el régimen sancionador frente a las
personas que no recogen los excrementos y limpian los orines.
Uno de los cambios fundamentales en la ordenanza tiene que
ver con el régimen sancionador, que clasifica las infracciones como leves,
graves y muy graves, asignándoles multas de hasta 750 euros, 1.500 euros y
3.000 euros respectivamente.
En concreto, se tipifican como muy graves, y por tanto con
sanciones de hasta 3.000 euros, las infracciones relacionadas con la no
recogida de excrementos caninos en la vía pública, así como la no limpieza de
los orines con una mezcla de agua con vinagre o productos desinfectantes; la
alimentación de gatos por personas no autorizadas para ello, provocar ataques
de animales hacia personas o colocar trampas sin autorización.
La nueva ordenanza introduce también el protocolo C.E.S para
el control de las colonias de gatos ferales, que pueden ocasionar problemas de
distinto tipo en la ciudad y supone que
el Ayuntamiento vaya a destinar recursos para controlar las colonias de gatos
callejeros mediante la esterilización de los ejemplares.
El texto acompaña al proceso de esterilización con todo un
mecanismo de vigilancia y control de las colonias sometidas al mismo, bajo la
estricta prohibición de que personas que no posean un carnet de cuidador
alimenten a los gatos o los capturen.