En una entrevista en Onda Cero, el profesor, investigador y miembro de esta asociación, Jesús López Requena, ha explicado que este encuentro nacional tenía previsto celebrarse en 2020, cuando tuvo lugar la declaración cultural de las dieciséis líneas por parte de la Junta de Comunidades, pero tuvo que aplazarse por la pandemia de coronavirus.
Se da la circunstancia que la provincia de Cuenca alberga el mayor conjunto de torres telegráficas civiles en España, y una de ellas es la denominada la Torre de Mendoza, ubicada en el cerro de El Terminillo, junto al futuro Hospital de Cuenca.
Junto a la de Motilla del Palancar y la de Tarancón fueron comandancia de sección de la línea de telegrafía Madrid-Valencia, que contó en el siglo XIX con un total de treinta torres civiles.
La telegrafía, que consiguió comunicar de forma rápida e instantánea los pueblos más alejados con la capital del reino, trató muy bien a Cuenca en el siglo XIX, según López Requeña quien añade que tuvo conexión entonces y ciudades como Barcelona, no.
El profesor ha recordado que las torres estaban en un conjunto fortificado con personal armado para defenderse, al tiempo que ha apuntado con añoro que esta es ya una profesión perdida.
Sin embargo, ha destacado que la tecnología telegráfica y la telegráfica óptica sigue estando vigente, y ha puesto como ejemplo lo que ocurre cada 31 de diciembre en la Puerta del Sol de Madrid.
“Poca gente sabe que cuando baja la esfera de la Puerta del Sol, esa esfera procede de una torre de telegráfica”; o “cuando los aviones se acercan a aterrizar hay previstos un código de señales de telegrafía óptica por si fallan los otros sistemas”.
López Requena también ha destacado que la incorporación de la mujer en este oficio fue “inmediata” y ha apuntado que la primera guardería laboral pública que se creó en España en los años 70 del siglo pasado fue en el Cuerpo de Telégrafos.
En este sentido, ha agregado que una de las telegrafistas “ilustres” fue la abogada y defensora de los derechos de la mujer, Clara Campoamor, quien estudió en lo que hoy es el IES “Alfonso VIII” de la ciudad de Cuenca.