Sitio Histórico

Las líneas de telegrafía óptica de Cuenca, Bien de Interés Cultural

Las líneas de telegrafía óptica de Cuenca, que conforman el mayor conjunto de España de estas características en el ámbito civil, serán declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de sitio histórico.

La Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno regional ha iniciado ya los trámites para su declaración, lo que las dotará de la máxima protección y tutela, según publica este jueves el Diario Oficial de Castilla-La Mancha.

Lorena Mayordomo

Cuenca | 06.06.2019 14:48 (Publicado 06.06.2019 14:30)

De esta forma, la comunidad autónoma estará “a la vanguardia europea en la protección de este patrimonio”, muy importante al ser el origen de las comunicaciones, según ha resaltado en Onda Cero Cuenca el profesor e investigador Jesús López Requena.

La línea de telegrafía Madrid-Valencia contó, en el siglo XIX, con un total de treinta torres civiles, de las que veinte estaban situadas en la provincia de Cuenca.

La Torre de la Mendoza en la capital, la de Motilla del Palancar y la de Tarancón fueron comandancia de sección. De la última no queda nada, según ha lamentado López Requena, como tampoco de las que estaban situadas en Almendros, Saelices y Olivares de Júcar.

En estos momentos, las que presentan un mejor estado de conversación son las de Iniesta y la de Abia de la Obispalía.

La Torre de la Mendoza está ubicada en el cerro de El Terminillo, junto al futuro hospital de Cuenca y a la circunvalación de la CM-220.

La asociación de amigos del telégrafo de España catalogó esta torre, construida en 1850, como un “imponente testigo del patrimonio arquitectónico preindustrial español”.

La publicación de la resolución supone la apertura de un período de información pública, a fin de que quienes tengan interés en el asunto, puedan examinar el expediente y alegar durante el plazo de un mes.

La telegrafía consiguió comunicar de forma rápida e instantánea los pueblos más alejados con la capital del reino.

Con la implantación de la eléctrica, las torres telegráficas quedaron inservibles y sufrieron destrozos y saqueos.