En declaraciones a Onda Cero, el nuevo gerente de RSU, José Manuel Labrador, ha avanzado que la previsión es terminar 2023 con cifras de recogida de residuos similares a la media de años anteriores, es decir, más de 5.000 toneladas de vidrio, unas 6.000 de papel y cartón y más de 6.000 toneladas de envases ligeros, con una media de 18 kilos por habitante.
Y en cuanto a la fracción resto, se esperan 135.000 toneladas, que son 380 kilos por habitante al año y más de un kilo por habitante al día. Eso sí, se espera aumentar en un 6% el volumen de papel y envases y reducir en un 2% la recogida que no se selecciona.
Nuevo impuesto de residuos
Labrador dice que se ha encontrado un RSU con una situación económica un poco delicada ya que hay gastos excedidos y se vienen arrastrando decisiones no muy acertadas y adoptadas por la anterior gerencia del consorcio, como la obra que se está ejecutando de ampliación del vaso de vertidos de Almagro por 6 millones de euros y en la que, en su opinión, el modelo de gestión y de financiación no fue el más conveniente.
A esto se añade el nuevo impuesto sobre residuos a vertederos, creado por el Gobierno de España a través de unas directivas europeas para concienciar sobre el reciclaje.
A raíz de la polémica sobre esta fiscalidad, y si la Diputación o RSU pueden hacer frente a este impuesto, José Manuel Labrador señala que hay que cumplir una ley nacional que señala explícitamente que se trata de un impuesto que debe recaer en el contribuyente, lo que supone un incremento de 10 euros en el recibo de la basura
De todas formas, algunos ayuntamientos de la provincia, como el de Ciudad Real, ya han anunciado que asumirán el pago de este impuesto con fondos propios y no los repercutirá en los vecinos.
Objetivos de RSU en 2024
Por otro lado, el gerente de RSU ha dicho que uno de los objetivos principales para 2024 será mejorar la comunicación de un consorcio que presta servicio a 91 municipios y dos entidades menores de la provincia, cuenta con 300 trabajadores y tiene un presupuesto de 25 millones de euros.
Además, están pendientes de recibir subvenciones europeas con cargo a los fondos Next Generation para llevar a cabo proyectos como la implantación del contenedor marrón para materia orgánica en los pueblos de más habitantes y composteras en los de menos población, todo ello con un presupuesto de 2,2 millones de euros.
También la adjudicación de una planta de biorresiduos por un millón de euros, la mejora de la planta de tratamiento de Almagro para recuperar aluminio por 300.000 euros, y otro proyecto para mejorar el servicio de ecopuntos móviles en las localidades con menos habitantes.
