Jornada en la Catedral en la que también se ha reconocido el trabajo de colectivos que luchan contra la pandemia

Recuerdo y sentimiento hacia las víctimas del coronavirus de la provincia de Ciudad Real

La Catedral de Ciudad Real ha celebrado hoy una jornada de oración por los afectados de la pandemia del coronavirus de la provincia en la que el Obispo, Gerardo Melgar, ha querido recordar a los fallecidos, reconocer el trabajo realizado por aquellos colectivos que trabajan en primera línea contra el Covid-19 y pedir a los gobernantes que busquen el bien común para todos al margen de ideologías ante la crisis económica y social.

José Luis Juárez

Ciudad Real |

Por motivos de seguridad sanitaria debido al Covid-19, el aforo de la Catedral se ha tenido que acotar para garantizar la distancia de seguridad y únicamente podían entrar al templo aquellos que tenían invitación. Cerca de 400 personas han acudido a esta jornada, todas con mascarillas. Entre ellas, más de 200 familiares de víctimas del coronavirus en la provincia de Ciudad Real. según las cifras oficiales, son 1.119 las personas fallecidos por la pandemia.

Durante la misa, Gerardo Melgar ha dicho que esta eucaristía es un gesto de la Iglesia diocesana de Ciudad Real cargado de significado para rezar por todos aquellos que han fallecido en la provincia a consecuencia de la pandemia y para estar al lado de las familias que sufren por haber perdido a sus seres queridos en soledad y no pudieron despedirse de ellos en un funeral.

El Obispo ha querido también valorar el trabajo y sacrificio de tantas personas que han colaborado en la lucha contra esta pandemia, destacando el esfuerzo realizado por los sanitarios, a los que ha agradecido su entrega y profesionalidad. Ha dicho que ahora la mejor manera de agradecerles este trabajo es que todos cumplan con la responsabilidad de protegerse para no contagiar a nadie.

Melgar también ha reconocido la labor desarrollada por el Ejército y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a los voluntarios que han colaborado desde diferentes organizaciones, a los sacerdotes y religiosos por la labor realizada, y ha pedido a las residencias que los mayores no se sientan abandonados y sí atendidos porque forman parte de uno de los colectivos vulnerables del coronavirus.

El Obispo de Ciudad Real también se ha dirigido a los gobernantes ante la crisis social y económica provocada por la pandemia porque va a suponer la pérdida de puestos de trabajo. En este sentido, Gerardo Melgar ha solicitado a las administraciones que, por encima de partidismos e ideologías, busquen la justicia y la búsqueda del bien común para todos.

La jornada ha finalizado con una oración a la Virgen del Prado, patrona de Ciudad Real, en la que se ha pedido que “haz que Dios nos libere con su mano poderosa de esta terrible pandemia y que la vida pueda reanudar su curso normal con serenidad. Ilumina las mentes de los hombres y mujeres de ciencia para que encuentren las soluciones adecuadas y se venza este virus. Y que esta dura prueba termine y volvamos a encontrar un horizonte de esperanza y de paz”.

En este jornada celebrada en la Catedra, además de familiares de víctimas del coronavirus, también han estado presentes representantes de diversos colectivos que luchan en primera línea contra la Covid-19, como sanitarios, residencias de ancianos, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, Manos Unidas y Cáritas, además de más de treinta representantes del la curia y el clero diocesano.

En cuanto a la representación política y de autoridades, han estado, entre otros, Su Alteza Real el príncipe Pedro de Borbón-Dos Sicilias, la subdelegada del Gobierno en Ciudad Real, María Ángeles Herreros, tres consejeros de la Junta de Comunidades, Patricia Franco de Economía, Empresas y Empleo, Blanca Fernandez de Igualdad y portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, y Jesús Fernández Sanz de Sanidad, el presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero, la alcaldesa de la capital provincial, Pilar Zamora, y el presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Paco Núñez.