En un comunicado de prensa, los ecologistas entienden que el manifiesto de los científicos resulta útil para un pequeño sector de la población, los grandes regantes de la zona de las Tablas que no dudan en utilizar cualquier medio para seguir extrayendo grandes beneficios.
Aseguran que se sigue permitiendo el riego ilegal y se amplia el legal, mientras que las normas aprobadas para el parque solo consiguen dos cosas: mantener tranquila a la opinión pública manteniendo las Tablas de Daimiel aparentemente en buen estado y obedecer a los regantes de la zona.
Consideran las naturalistas que el trasvase de agua a las Tablas no es un logro político, sino que es desnudar a un santo para medio vestir a otro. Ecologistas en Acción tilda las medidas propuestas en el manifiesto de poco científicas y de ciencia ficción, además de que ninguna encara los problemas reales del acuífero.
También denuncian que el documento de los científicos deja a un lado los verdaderos problemas del parque nacional. El estado ruinoso del río Tajo, los regadíos ilegales (más de 51.000 hectáreas según WWF) y los legales que han pasado de 20.000 a 110.000 hectáreas en cuatro décadas.
Y a nivel legal subrayan que la derivación de agua a través de la tubería a la Llanura Manchega solo se puede utilizar para abastecimiento humano, suponiendo un delito de malversación y prevaricación que, según Ecologistas en Acción de CLM, debería ser investigado por la fiscalía.
Los ecologistas proponen dejar de trasvasar agua a las Tablas de Daimiel y acometer la transformación del sistema agroalimentario poniendo en marcha medidas que ahorren agua en los cultivos, comenzando por cerrar los pozos ilegales y realizar un control sobre los acuíferos.