Entusiasmo e ilusión es lo que sienten los residentes porque, después de bastante tiempo, pueden volver a ver a sus seres queridos.
Los residentes también celebran que ya puedan ir a la peluquería o al podólogo.
El director del centro, Daniel Chamero, ha manifestado que ahora la Residencia Gregorio Marañón ha vuelto a tener una organización prácticamente igual que la que tenía antes de la pandemia.
Ayer se abrieron servicios, como cafetería, peluquería o podología, y los usuarios ya reciben visitas más personales aunque todavía no puede haber contacto, ni abrazos ni besos.
La Residencia Gregorio Marañón de Ciudad Real ha programado un máximo de 20 visitas al día.