El ecónomo diocesano, Jesús Álvarez, ha dicho que el problema de las vocaciones sacerdotales en la provincia de Ciudad Real es serio, aunque subraya que se trata de un problema global que afecta a todo el país.
El año pasado se celebraron dos ordenaciones de sacerdotes, y para este año están pendientes otras tres más.
Con motivo de la celebración el próximo domingo del Día de la Iglesia Diocesana, bajo el lema “Sin ti no hay presente. Contigo hay futuro”, el Obispado de Ciudad Real ha presentado las cifras económicas y de actividad durante 2.018.
En la provincia hay 165 parroquias y, según Álvarez, no se ha cerrado ninguna aunque se ha tenido que hacer una reestructuración en su organización para seguir dando servicio a la población.
También hubo más de 2.800 bautizos y se celebraron cerca de 1.000 enlaces matrimoniales por la Iglesia. Cifras inferiores a otros años, aunque están subiendo las confirmaciones, que el año pasado fueron unas 3.700.
En lo económico, la Diócesis de Ciudad Real obtuvo más gastos que ingresos el año pasado. Los ingresos fueron 18.700.000 euros, de los que el 87% fueron aportados voluntariamente por los fieles y por la equis en la casilla de la renta de la Iglesia.
Mientras, los gastos ascendieron a 19 millones de euros, dinero destinado sobre todo a las actividades pastorales y asistenciales, así como al mantenimiento de edificios, construcción de otros nuevos o rehabilitación de templos y ermitas.