Hace 21 años los vecinos de El Robledo iniciaron esta tradición, un 31 de diciembre de 1.995. Nació como un acto festivo y a la vez reivindicativo después de que el Bullaque volviera a tener agua tras varios años de sequía.
La alcaldesa de El Robledo, Elena Tamurejo, ha manifestado en Onda Cero que ahora también la sequía ha provocado que no haya agua suficiente para zambullirse con garantías, tan solo existe una pequeña lámina de agua.
En lugar del baño tradicional, el domingo 31 de diciembre a mediodía los vecinos que lo deseen podrán llevar un cubo de agua para echárselo por encima y así simbolizar el baño en el río Bullaque.
Después, para entrar en calor se degustará una comida popular y un buen caldo caliente.