Las agresiones a funcionarios de prisiones por parte de los internos no son nuevas, pero sí son cada vez más frecuentes y más violentas, en palabras del representante de ACAIP en Alcázar, Roberto Carretero, quien ha puesto como ejemplo lo ocurrido en Navalcarnero, donde uno de los cuatro funcionarios agredidos ha perdido una oreja.
La falta de personal está detrás del agravamiento de esta situación, según Carretero.
Los sindicatos estiman que a nivel nacional se necesitan unos 3.400 nuevos funcionarios para cubrir las vacantes y rejuvenecer las plantillas.
Por otro lado, insisten en que se les reconozca su condición de agentes de la autoridad y se actualice el protocolo antiagresiones que existe.
En la prisión de Alcázar de San Juan la situación viene a ser la misma que en el resto de centros, pero con los matices que confieren dos factores. Por un lado que es una cárcel muy pequeña y que al ser un centro de respeto sus internos son “de perfil bajo”, es decir, personas poco conflictivas con independencia del delito que hayan cometido.
Aquí las agresiones son más verbales que físicas, pero tienen las mismas carencias de personal que el resto, hasta el punto de que, ahora en verano, en algunos turnos solo hay 2 funcionarios para 80 presos.
Los funcionarios de prisiones retomarán las movilizaciones en septiembre si no reciben la respuesta que esperan por parte del gobierno.