Los miembros de la Mesa acusan a la Junta de estar plegándose a las demandas y presiones de grupos minoritarios como los ecologistas, y consideran una falta de respeto que la administración deje de lado a los colectivos de caza que representan a decenas de miles de personas. Creen que los cambios impuestos por los ecologistas vienen a dificultar el desarrollo de la caza en Castilla-La Mancha.
La Mesa en Defensa de la Caza rechaza medidas como la prohibición del calibre 22 o un régimen sancionador más gravoso, y lamenta que no se incluya un control de daños en los Planes de Ordenación Cinegética. Además, según asegura Juan Caballero, presidente de ATICA Castilla-La Mancha, algunos artículos son maquiavélicos y no se pueden cumplir.
En relación a la Ley de Bienestar Animal, que se encuentra también en período de borrador, la Mesa Regional en Defensa de la Caza denuncia que se haya excluido medidas importantes, como el control de gatos asilvestrados, y considera que el texto, tal y como está redactado, supone un grave problema para la caza e incluso un riesgo de la desaparición de muchas modalidades tradicionales en el sector cinegético como la caza con hurón, la montería, o las palomas a brazo o la codorniz, según ha denunciado Agustín Rabadán, presidente de la Federación Regional de Caza.
La Mesa Regional en Defensa de la Caza insta a la administración a que atienda las alegaciones que ha presentado el sector a ambas leyes. Si no, anuncian que convocarán movilizaciones.