Las organizaciones profesionales agrarias ASAJA, COAG y UPA y las Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha, tras la última reunión mantenida con el director general del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Democrático (MITECO), Teodoro Estrela, han mantenido hoy una de las primeras reuniones de trabajo con los presidentes de las confederaciones hidrográficas que afectan a la región.
Concretamente el encuentro ha tenido lugar en Alcázar de San Juan con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, Samuel Moraleda, para trabajar sobre las alegaciones formuladas por las organizaciones al borrador del Plan Hidrológico del Guadiana y corregir una situación que, a juicio de las OPAs y Cooperativas, es “lesiva y perjudicial” para los intereses del sector agroalimentario en Castilla-La Mancha.
Así, en el marco de la unidad de acción, el secretario general de Asaja CLM, José María Fresneda, manifestó que “hace tiempo que decidimos unirnos para defender los intereses de los agricultores desde todos los puntos de vista y sensibilidades, y ante las amenazas que nos plantea un sistema que atenta contra el sistema productivo, nosotros queremos dar soluciones. Fresneda agradeció al presidente de la Confederación su disposición a trabajar conjuntamente y evitar el excesivo conflicto que hay en esta cuenca para atajar problemas y dar soluciones”.
Por su parte, el director general de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, Juan Miguel del Real -quien asistió a este encuentro junto al portavoz de Agua de la organización, Julio Bacete- fijó un triple objetivo para esta reunión: primero, mostrar la unidad de todo el sector agroalimentario en su lucha por defender los intereses de los agricultores y socios de cooperativas ante la planificación hidrográfica que regirá los próximos años, porque Castilla-La Mancha se juega mucho en este proceso, dado que este sector es el principal motor socio-económico de la región y palanca clave en la lucha contra la despoblación”. En segundo lugar, exponer las razones por las cuales se está en total desacuerdo con el contenido del Plan, sobre la base del estudio que elaboró la UCLM, así como otros informes elaborados por las comunidades de usuarios, que ponen de manifiesto que existen evidentes discrepancias en los datos y bases de cálculo sobre los que se ha construido el nuevo Plan. En tercer lugar, trasladar la voluntad de todos de “trabajar con la Confederación para llevar a cabo una planificación compartida, en la que estemos todos cómodos, sin sacrificar a un sector tan importante como es el agroalimentario”.
Julián Morcillo subrayó de nuevo la unidad de acción y reiteró trabajar “con datos claros” para avanzar en la Planificación. “Hoy existen dudas sobre los datos en los que se ha apoyado la Confederación para proponer la Planificación, por lo que esperamos que una vez trasladado el informe de la UCLM y sometido a estudio por parte de los técnicos de la Confederación, así como otros informes de las Masas de Agua que ponen el dedo en la llaga sobre el cálculo de los recursos de nuestras masas, nos permitan avanzar”. Morcillo también expuso y trasladó al presidente de la Confederación la necesidad e importancia de avanzar en el proceso de regularización de explotaciones prioritarias que están pendientes desde 2008.
Noelia Serrano afirmó que “creemos que se evidencia la unión en el sector y nuestro objetivo es hacerle ver al Ministerio que las políticas hidráulicas de este país deben de experimentar una reforma seria, avalados por estudios serios y rigurosos que realmente defiendan al sector agroalimentario en equilibrio con la sostenibilidad”.
Por su parte, Samuel Moraleda explicó que se han presentado más de 2.500 observaciones en el período de alegaciones que se están analizando para resolver el Plan Hidrológico en junio de 2022. La mayoría de las alegaciones se centran en el alto Guadiana y es una prioridad la sostenibilidad del mismo.
Grupo de trabajo entre las organizaciones y la Confederación
Los representantes de las organizaciones y el presidente de la Confederación se comprometieron a la creación de un grupo de trabajo para analizar los puntos en los que no existe consenso, aclarar los datos y cálculos sobre los que se tienen que construir el nuevo Plan y, a partir de los mismos, diseñar las medidas de futuro que logren el deseado equilibrio entre los recursos disponibles y las necesidades de los diferentes usos del agua, en especial, el agrario del que dependen cientos de miles de agricultores y ganaderos de nuestra región.