Efectivos de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Albacete, detectaron al conductor de un vehículo que dio positivo al test de drogas. Se percataron de que en la parte trasera del turismo viajaba su hijo, menor de edad, provisto de un sistema de retención infantil, pero sin el arnés abrochado, con el consiguiente peligro para su vida en caso de accidente. Durante el servicio, uno de los agentes ofreció al menor un sandwich y una botella de agua al manifestarles que llevaba varias horas sin tomar nada.
Actuaciones
Tras la parada del vehículo, en un área de servicio próxima, y cuando se le iba a notificar al conductor la infracción cometida, los agentes percibieron síntomas externos que hacían sospechar que esta persona pudiera haber ingerido bebidas alcohólicas o drogas, y tras someterse a las pruebas de detección de estas sustancias, resultó positivo al test de drogas.
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Mientras se realizaban estas pruebas, uno de los guardias civiles se dirigió hacía el menor para interesarse por cómo se encontraba, manifestando que tenía hambre y sed ya que no había comido nada desde el desayuno, siendo en ese momento las 15:30 horas.
El agente de la Benemérita no dudó en dirigirse a la gasolinera existente en el área de servicio para comprarle un sandwich y una botella de agua, quedando muy agradecido al guardia civil, comentándole que había cumplido 4 años el día anterior.
Este hecho viene a demostrar, una vez más, el espíritu Benemérito del Cuerpo y la vocación de servicio de sus agentes, cumpliendo con lo preceptuado en la Cartilla del Guardia Civil, que data del año 1846, donde en su artículo 6º dice: “Procurará ser siempre un pronóstico feliz para el afligido…”.
La Guardia Civil recuerda que los sistemas de retención infantil correctamente anclados al vehículo y con los arnés o cinturón abrochados reducen, el riesgo de lesiones entre un 71 % y 82 %, así como el riesgo de muerte en un 28 % en comparación con los niños similares que sólo usan el cinturón de seguridad.
