Sucesos

Detenida por extorsionar y amenazar a su expareja quien le llegó a pagar 16.000 euros

La detenida simulaba conversaciones con la víctima a través de una aplicación de mensajería en las que se hizo pasar hasta por un Policía Nacional. El denunciante llegó a pagar a la detenida 16.000 euros para evitar las amenazas recibidas contra él y contra sus familiares

Redacción

Albacete | 15.07.2021 11:44

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Chat de Whatsapp | Pixabay

Efectivos de la Guardia Civil de Nerpio han detenido a una vecina de esa misma localidad de 30 años de edad, como presunta autora de los delitos de extorsión, amenazas y usurpación de funciones públicas.

Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de mayo cuando un vecino de Nerpio puso en conocimiento en la Benemérita de su localidad que había provocado unos daños en la carrocería del vehículo de su ex pareja, por los cuales la afectada le reclamó inicialmente 3.000 euros para la reparación y posteriormente otros 4.000.

A raíz de estos dos primeros pagos, la víctima comenzó a recibir amenazas, a través de mensajes de texto por una conocida aplicación de mensajería instantánea, en los que una persona desconocida le amenazaba de atentar contra su vida, la de su propia familia y la de su expareja si no le hacía entrega de más dinero, manifestando tener pruebas visuales contra el denunciante, al parecer por daños ocasionados a otros vehículos.

Posteriormente, otra persona, actuando en calidad de falso agente de la Policía Nacional, y haciendo uso de la misma aplicación de mensajería, requirió a la víctima que hiciera frente a los pagos que le solicitaban para evitar problemas judiciales, asegurándole que podría acabar en prisión si no accedía a dichas peticiones, entregándole nuevamente a su expareja otros 9.000 €.

MODUS OPERANDI

Las gestiones llevadas a cabo por la Guardia Civil de Nerpio permitieron esclarecer estos hechos, comprobando como detrás de estos se encontraba la detenida, quien utilizó varios números de teléfono para consumar las amenazas del supuesto testigo de unos falsos daños y también para hacerse pasar por un falso agente de Policía Nacional.

Curiosamente, uno de los números de teléfono utilizado en las amenazas pertenecía a la empresa en la que trabajaba la detenida y el otro a una nueva línea telefónica que ella misma dio de alta expresamente para simular las amenazas, incluso contra sí misma, con la intención de ejercer más presión sobre el denunciante.

Con esta actuación, la Guardia Civil da por esclarecidos los hechos denunciados, que se prolongaron durante varios meses en los que la víctima temió por su vida y la de su entorno, llegando a endeudarse para poder hacer frente a los pagos que la detenida le solicitaba, alcanzando estos una cuantía total de 16.000 euros.