Una ordenanza que ha sido pionera en la región y que intenta regular los derechos fundamentales de los trabajadores en cuanto a habitabilidad y salubridad, estableciendo unas condiciones mínimas en las viviendas, como enchufes, aseos que respeten el número máximo de personas o sitios cómodos para dormir.
Para asegurarse de que se cumplan, desde el Ayuntamiento ya se están coordinando con la Subdelegación del Gobierno y con la Guardia Civil. Además, se llevará a cabo un registro de viviendas y se pondrá a disposición de trabajadores, inmigrantes y agricultores un servicio de mediación intercultural.